EL UNIVERSAL-AEE
MÉXICO, DF.- Gobernó, huyó y no lo pescaron. Por lo menos los proveedores que buscaban al alcalde priista de Ixtapaluca, Estado de México, Armando Corona Rivera para que les pagara sus facturas no lo pudieron alcanzar porque salió corriendo de su oficina en compañía de su tesorero, Fernando Herrera.
Un grupo de 15 prestadores de servicios se apostaron desde temprana hora en las salidas del palacio municipal de Ixtapaluca para esperar al edil y exigirle que les finiquitara contratos que rebasan los 70 millones de pesos (mdp).
Lázaro Hernández Hidalgo, un fabricante de escobas a quien el Gobierno local le adeuda más de 55 mil pesos, fue uno de los que acudieron a la alcaldía con la esperanza de que ahora sí se le entregara el cheque prometido hace semanas.
Los proveedores se dividieron en dos grupos. Unos esperaron afuera de la oficina del presidente municipal y otros más se concentraron en el estacionamiento donde Corona Rivera deja su automóvil.
?¡Agárrenlos!?, gritaron los que aguardaban afuera de la oficina del edil, pero Armando Corona y Fernando Herrera, no detuvieron su paso.
Al ver que no podían deshacerse de sus acreedores, el alcalde y el tesorero corrieron hacia el estacionamiento del palacio municipal. En ese lugar los esperaba el secretario particular de Corona Rivera en un Jetta negro con vidrios polarizados, pero no lo pudieron abordar porque los proveedores alcanzaron al edil y al esorero y les gritaron que les pagaran sus facturas pues mañana jueves 17 de agosto es el último día de su Administración.
El alcalde y el tesorero hicieron oídos sordos a los reclamos y corrieron hacia el auditorio municipal, lo atravesaron a toda velocidad y pudieron llegar hasta donde se encontraba un auto tipo Golf color blanco a la que esta vez sí pudieron abordar y salieron a toda prisa del inmueble sin dar explicaciones.