EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- Los tres hombres encontrados muertos la tarde del pasado jueves cerca de La Loma, Durango, eran de Santa Catarina, Nuevo León, a donde se dirigían luego de visitar al hermano de uno de ellos en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Durango, procesado por transportar media tonelada de marihuana.
Como se informó en este medio, dos campesinos del ejido Monterreycillo, descubrieron los cuerpos semienterrados en el arroyo denominado Nueva España, ubicado a un kilómetro del poblado La Loma. Las víctimas presentaban huellas de tortura y se encontraban atadas de pies y manos, además de tener sus rostros vendados, aunque no tenían impactos de bala.
Al ser rescatados los cuerpos por los peritos de la Subprocuraduría de Justicia de la Región Laguna Durango, no se les encontró identificación alguna y en un primer momento se pensó que entre ellos podría tratarse de dos elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila, que fueron levantados hace días por un comando de hombres armados en Saltillo, pero no fueron reconocidos.
Los occisos fueron ayer identificados por sus familiares y quedó en claro que se trata de Francisco Javier Gutiérrez González, de 38 años, de oficio trailero, con domicilio en calle San Miguel del Arcángel número 116 de la colonia San Gregorio, en Santa Catarina, Nuevo León; Héctor Javier Castillo Ornelas, de 27 y Héctor Garza Herrera, de 26 años, también estos últimos de Santa Catarina.
El pasado jueves 29 de junio, María de los Ángeles González Vargas, esposa de Francisco Javier Gutiérrez González, acudió a las oficinas de la Subprocuraduría de Justicia de la Región Laguna Durango, a interponer denuncia por la desaparición de éste.
Guillermo Hernández Ruiz, agente investigador del Ministerio Público de Conciliación y Delitos Diversos, recibió la denuncia presentada por María de los Ángeles, quien le manifestó que el 24 de junio Francisco Javier salió rumbo a Durango, a visitar a su hermano que se encuentra internado en el Cereso.
Francisco Javier viajaba en una camioneta Chevrolet, modelo 2002, color negro, con placas PW-29444 de Nuevo León y partió la noche del 24 de junio acompañado de Héctor Javier y Héctor Garza Herrera.
El trailero se reportó como a las tres y media de la tarde del 25 de junio desde un teléfono público del Cereso de Durango y le dijo que regresarían ese mismo día a casa y todavía a las 20:30 horas le habló de Cuencamé, pero ya después no supo de él y se perdió toda comunicación, motivo por el cual decidió acudir a interponer la denuncia por la desaparición.
Al tener conocimiento de que habían encontrado tres cuerpos sin vida en esta región, los familiares se trasladaron a las instalaciones de la Subprocuraduría de Justicia, a donde llegaron ayer por la mañana y los reconocieron por sus ropas y las características físicas, dado que ya estaban en avanzado estado de descomposición.
Los médicos legistas, Daniel Alejandro Ramírez Amador y Rodrigo Soto Saldaña, manifiestan que los occisos murieron de asfixia por obstrucción de vías aéreas superiores y no presentaban heridas de bala.
Sin elementos
Aurelio Urbina Suárez, agente investigador del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y la Salud Personal, prefiere no adelantar juicios sobre el móvil del crimen e iniciar las investigaciones con los familiares de los occisos.
Sobre el cuestionamiento de alguna relación con el narcotráfico, Urbina Suárez dice que aún no hay elementos para asegurarlo y serán las investigaciones las que arrojen pistas, pues además no aparece la camioneta en que viajaban los victimados.
Se estima que los tres fueron asesinados la noche del 25 o madrugada del 26 del mes pasado, por el grado de descomposición que presentaban los cadáveres.
LERDO, ?DEPÓSITO? PARA DELINCUENTES
La ubicación geográfica del municipio de Lerdo, así como su amplia extensión territorial y la falta de elementos policiacos, han hecho de esta ciudad un ?depósito? para los delincuentes, expresó la alcaldesa lerdense, Rosario Castro Lozano, luego del hallazgo sucedido a un kilómetro del ejido La Loma, donde fueron encontrados los cuerpos de tres personas ejecutadas.
Castro Lozano comentó que los recovecos que se forman sobre las riveras del Río Nazas, así como las zonas áridas y parte de sierra, se prestan para este tipo de eventos, ?entonces en este sentido, desgraciadamente nos ponen como un depósito de algunos ilícitos... pero eso no quiere decir que Lerdo tenga un problema de ese nivel?, indicó la edil.
Así mismo, la alcaldesa de Ciudad Jardín recordó el asesinato del agente del Ministerio Público Federal, Jesús Reyes Espino, hace aproximadamente dos años, cuyo cuerpo también fue encontrado dentro de las zonas áridas de esta ciudad.
Castro Lozano atribuyó además este tipo de acontecimientos, a la falta de elementos policiacos debido a la extensión territorial del municipio, ?contamos con guardias rurales, los cuales dependen directamente del Ejército Mexicano, así como también con nuestros elementos policiacos, pero ni siquiera así, alcanzamos a cubrir toda la rivera del río?, señaló la presidenta municipal.
A pesar de ello, Castro Lozano aseguró que este tipo de eventos, no vienen a perturbar la tranquilidad de la ciudadanía, ya que son hechos registrados en otras ciudades. (Por Guadalupe Miranda)