Los denuncian por abuso de autoridad y en otros casos agreden a golpes a los uniformados
CUENCAMÉ, DGO.- La anarquía en el medio rural es algo normal: proliferan los borrachos en las calles y las camionetas circulan a alta velocidad; la policía no pueda frenar esta irregularidad, pues en la mayoría de los casos prefieren dejar libres a los infractores que enfrentarse a los familiares.
El caso más reciente se registró de manera peliculezca el domingo a las 22:00 horas cuando Mauricio de Lara Salas conducía su camioneta a alta velocidad en las polvorientas calles del poblado Cuauhtémoc, que al ser amonestado y perseguido por la Policía, sus familiares impidieron la detención, tal como ocurre en el medio rural.
Salvador García Salaiz, director de Seguridad Pública, comentó que cuando el policía Lorenzo Irrugaray Marmolejo pedía la documentación a Mauricio por conducir a alta velocidad, éste aceleró su camioneta golpeando con la parte delantera al preventivo Mario Ramón Galván Núñez, quien anotaba los números de las placas.
Al ver esta acción un tercer policía de nombre Gregorio Núñez González se fue colgado en la parte trasera de la camioneta, pidiendo al conductor que se detuviera; incluso, disparó su arma de fuego para ponchar la llanta y al ver que ni así se frenaba hizo otros cinco disparos de soslayo a la puerta donde iba el conductor para intimidarlo.
Mauricio no se detuvo hasta que llegó a su domicilio en la calle Roberto Fierro, de donde salieron varias personas a amonestar al uniformado y evitar la detención del presunto infractor. Por fortuna, el problema no pasó a mayores.
Ayer, familiares de Mauricio interpusieron una denuncia ante el agente del Ministerio Público en contra de la Policía de Cuencamé, ante lo cual el Director de Seguridad Pública exclamó: ?los policías siempre la llevan de perder, primero nos llaman para mantener el orden y después nos acusan de abusones y demás adjetivos, es injusto?.
García Salaiz espera conocer en qué términos fueron denunciados para responder en favor de sus subordinados, los cuales considera que solamente cumplen con su deber, para evitar un atropellamiento o un choque de consecuencias graves; en fin, eso deberían valorar las familias.
Es un problema serio no solamente en Cuauhtémoc, sino en Velardeña y Pedriceña, donde hace algunos días los policías fueron agredidos a pedradas por varios rijosos para impedir ser detenidos, tras ocasionar una riña.
Durante esta administración municipal se ha pretendido acabar con la anarquía existente en el medio rural, donde es común observar a personas ingiriendo bebidas alcohólicas en las esquinas, como si fueran cantinas al aire libre.
Las familias afectadas solicitan el apoyo de la Policía, pero en cuanto se va a proceder se unen para impedir la acción de la ley; esto ocurre con más frecuencia los fines de semana.
El titular de Seguridad Pública indicó que los focos rojos son Velardeña y Pedriceña; hay preventivos que también incluyen al poblado Ojo Seco entre los más conflictivos.
Un oficio difícil de ejercer
Elementos de la Policía señalan que el oficio es de lo más difícil, sobre todo donde están acostumbrados a vivir en el libertinaje; ?si se procede con dureza, nos acusan de abuso de autoridad?.
Luis Hinojosa García, policía preventivo, recuerda que hace una semana en Velardeña los agredieron a pedradas y botellazos, todo porque se pretendió poner orden a petición de la ciudadanía, ya que había conatos de violencia en una boda que se celebraba en la cancha de usos múltiples.
De esa manera, la Policía se ve incapaz de frenar el vandalismo, pues las mismas familias solapan las irregularidades de sus hijos y después vienen las desgracias culpando también a los uniformados por no evitarlo, cuando prácticamente los tienen maniatados con esa actitud negativa.
Por otro lado, comentan en el Municipio que es un momento propicio para que la oposición tome de bandera cualquier problema y lo haga político para ganar votos y descalificar el esfuerzo y trabajo de la actual administración, concluyeron.
TRATAN DE LINCHAR A POLICIAS
El jefe de grupo de la Policía Preventiva, Lorenzo Irungaray, y los agentes Gregorio Núñez y Mario Galván comentan el incidente del domingo pasado:
La camioneta Chevrolet, color blanco, pasó con exceso de velocidad conducida por Mauricio de Lara Salas; al marcarle el alto, hizo caso omiso y trató de arrollar al agente Gregorio Núñez, dándose a la fuga.
Después de 15 minutos en la Plaza de Armas de Cuauhtémoc, se le volvió a marcar el alto y le indicaron que apagara el motor, bajara del vehículo y mostrara su licencia de conducir. El agente Mario Galván se disponía a verificar las placas de la camioneta cuando el sujeto en mención arrancó dándose nuevamente a la fuga dejando lesionado al agente Mario Galván, al golpear su pierna derecha con la defensa.
Al ver lo sucedido el agente Gregorio Núñez se lanzó a la caja del vehículo indicando que se detuviera sin obtener respuesta positiva, ya que el conductor aceleraba aún más, tratando de que el agente cayera de la camioneta.
Continuó así aproximadamente cinco cuadras, por lo que el agente realizó siete disparos para reventar las llantas y evitar que algún inocente fuera arrollado en la loca carrera del conductor, ya que también temía ser arrastrado porque prácticamente colgaba del vehículo en movimiento.
Menciona este agente que el responsable de los hechos huyó a su domicilio y reuniendo a familiares estuvieron a punto de lincharlo, pero que fue auxiliado por un ciudadano, quien lo llevó con los agentes Lorenzo Irungaray y Mario Galván, los cuales ya lo buscaban.
Sin embargo, los familiares del agresor interpusieron una demanda contra los policías ante el Ministerio Público, quien tomó datos del incidente para deslindar responsabilidades, por lo que solicitó al Director de la Policía Municipal el arresto de los agentes, quienes quedaron en calidad de detenidos mientras se aclaran los hechos.
Al realizarse los estudios médicos a Mario Galván, agente lesionado, presentó traumatismo directo en el muslo directo al igual que en el abdomen, por lo cual lo consideran como policontundido, mientras que el agente Gregorio Núñez presentó traumatismo en miembro toráxico derecho con aumento de volumen y laceraciones en la piel.
