A más de mil grados centígrados se elevó la temperatura que irradiaba el incendio suscitado el pasado viernes en la colonia Sergio Méndez Arceo, situación que no permitió el rescate de dos niños que a final de cuentas perecieron calcinados, además de haber consumido más del 80 por ciento de dos viviendas.
De manera extraordinaria, se conjugaron los componentes necesarios para una exagerada combustión, como es el exceso de oxigeno, el calor en demasía y el material combustible, logrando que la temperatura subiera a más de mil grados centígrados.
Fuera del alcance de los habitantes de la casa siniestrada, de los vecinos y hasta de los mismos elementos de la Dirección de Protección Civil Municipal, el fuego consumió todo lo que se encontró a su paso, incluso, un bombero fue atacado por las llamas, derritiendo parte del caso de trabajo, hecho de policarbonato moldeado, que tiene como característica soportar una temperatura de mil grados.
Fueron 17 mil litros de agua los que bañaron el terreno afectado, de 30 por seis metros, con la intención de sofocar las llamaradas alimentadas por las tablas y láminas con las que estaba construido el inmueble además de todos los artículos propios del hogar que se convirtieron en cenizas.
Entre los daños materiales que se logró contabilizar fue un refrigerador, una ventilador, dos camas, dos cunas, un televisor, una licuadora, utensilios de cocina, diversas piezas de vestir, un triciclo, un gabinete, una alacena, mesas y sillas, zapatos, cinco bicicletas infantiles, herramienta de albañil y murieron además de los niños, tres aves de corral (guajolotes).
El trabajo de sofocación del incendio y remoción de escombros fue realizado por 11 elementos del escuadrón de bomberos, a bordo de cuatro unidades vehiculares y apoyados por cuatro máquinas bomberas extintoras.
