Pelé, Bobby Charlton, Franz Beckenbauer y decenas de luminarias engalanaron el viernes la ceremonia inaugural de la Copa Mundial.
MUNICH, ALEMANIA
EFE/AP
La Copa del Mundo del 2006 abrió sus puertas de forma oficial en esta ciudad al sur de Alemania con una ceremonia sencilla pero llena de energía, colorido, música y, sobre todo, recuerdos de los grandes que ya levantaron el premio en ediciones anteriores.
Edson Arantes Do Nascimiento "Pelé", triple campeón mundial con Brasil (1958, 62 y 70); y la modelo alemana Claudia Schiffer, así como los campeones vivos que asistieron, brillaron en la Inauguración del Mundial de Alemania, que mezcló tradición y modernidad en el nuevo estadio de Munich.
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Arranca la fiesta |
El futurista WM Arena, propiedad de los dos principales clubes de futbol muniqueses, el 1860 y el Bayern; con capacidad para 66 mil espectadores e inaugurado a finales de mayo del año pasado, fue el escenario de la inauguración del Mundial de Alemania 2006, como aperitivo del primer partido, que enfrentará a la selección anfitriona con Costa Rica.
Pero la concentración de estrellas del futbol más grande jamás vista no contó con Diego Maradona, para muchos la figura más fulgurante del deporte junto con Pelé.
El argentino, elegido el mejor jugador de la historia en una encuesta de la FIFA y conductor de la selección argentina de 1986, brilló por su ausencia en el homenaje a los jugadores de selecciones campeonas del mundo que precedió al partido inaugural de la Copa Mundial entre Alemania y Costa Rica. Maradona había comprometido su presencia, pero aparentemente llegó tarde, según medios argentinos.
La parte más emotiva de la tarde fue cuando anunciaron el ingreso de todos los anteriores campeones mundiales, empezados por Uruguay, que se llevó el premio en 1930.
Al mismo tiempo que en las pantallas aparecían las imágenes de los torneos en los que se proclamaron campeones, hicieron su entrada los de Inglaterra (1966), Francia (98), Uruguay (1930 y 1950) y Argentina (1978 y 1986), destacando la ausencia de Diego Armando Maradona, cuya asistencia había sido anunciada días atrás por la FIFA.
Entraron después los triples campeones, Italia (1934, 38 y 82) y Alemania (1954, 74 y 90), especialmente vitoreados, por motivos obvios; para cerrar este laureado desfile los de Brasil, única 'pentacampeona': 1958, 1962, 1970, 1994 y 2002.
El público reaccionó cálido con todos, pero aplaudieron mucho más a las representaciones de la anfitriona Alemania, campeona en tres ocaciones y que fue una de las más concurridas, así como la del pentacampeón Brasil.
Mientras duraron las presentaciones, algunos hasta esperaron para fotografiarse con Pelé, en un ambiente donde reinó la camaradería entre los ex campeones mundiales de siete diferentes países.
El Presidente de la República Federal de Alemania, Horst Koehler, flanqueado por el suizo Sepp Blatter, presidente de la FIFA, y por el alemán Franz Beckenbauer, presidente del Comité Organizador -y campeón del mundo en el 74, como jugador; y en el 90, como técnico- declaró inaugurados los Mundiales.
Finalmente, las banderas de los 32 países participantes entraron en el campo al son de la música en el momento en el que el público era 'regado' con confeti. Después de poco más de media hora concluyó una ceremonia inolvidable que encandiló a un público cuyo entusiasmo fue creciendo a medida que, por fin, se acercaba la hora del arranque del torneo más importante del mundo.
En las gradas, todo era fiesta. Los ticos se hicieron notar con sus camisetas rojas pero la mayor parte de las tribunas lucía banderas alemanas.
Los actos protocolarios no cansaron a nadie. Fue música, bailarines y colores por doquier. Mujeres mujeres vestidas con trajes de fantasía fueron elevadas con cables sobre la gramilla como muñecas en tanto otros actores con trajes de la época a los "María Antonieta", corrían por el área.
El espectáculo
La Ceremonia, dirigida por Christian Stueckl, se centró en la tradición y las costumbres bávaras, al principio; y acabó con un espectáculo más moderno, con la actuación del 'viejo rockero' alemán Herbert Groenemeyer, que interpretó el himno del torneo y de la banda berlinesa de 'hip-hop' Seeed (con tres 'es').
El acto arrancó sobre las 16:30 (14:30 GMT, 09:00 de México) con las voces del Coro de los Toelz Boys, 42 niños vestidos con el traje de Alemania, y con la entrada en el terreno de juego de 182 tamborileros bávaros, ataviados con los tradicionales pantalones de cuero (Lederhosen) antes de que el conductor, Thomas Gottschalk, uno de los comunicadores más famosos de Alemania, comenzase la introducción.
Entre los tamborileros se situaron catorce pastores, que portaban los látigos de cuero con los que otrora defendían sus rebaños del ataque de lobos y osos, que hicieron sonar antes del ingreso en el terreno de juego de un estrambótico coro -precedido por dos niños, uno de ellos en bici- que entonó la Novena Sinfonía de Beethoven mientras un cartel gigante caía desde el techo dando la bienvenida a todos.
Exactamente mil 441 días después de que Cafú, capitán de Brasil, levantase la Copa del Mundo en Yokohama (Japón) después de que su selección derrotase (2-0) a Alemania en la final del Mundial de Corea y Japón, el balón comenzó de nuevo a rodar en el mayor evento deportivo internacional junto a los Juegos Olímpicos. Y la ceremonia previa al primer partido estuvo a la altura de las circunstancias.
Uno de los puntos álgidos fue la salida de 150 "Schuhplatters", los bailarines tradicionales bávaros que palmean sus muslos, pantorrillas y las suelas de sus zapatos. Cientos de cencerros sonaron entre las varas de paja de las que salieron posteriormente bailarines de 'hip-hop' que marcaron el punto de inflexión del acto en el aspecto cultural y artístico.
Seeed, Groenemeyer y el dúo africano 'Amadou&Mariam' tomaron el primer plano musical a partir de esos momentos, en los que Pelé cobró doble protagonismo, al compartir junto a la más que bella modelo Claudia Schiffer el honor de subir al escenario la Copa del Mundo que alzará el ganador el próximo 9 de julio, en Berlín.
