El más grande| Aseguran que con el Gran Telescopio Milimétrico se podrán resolver algunos misterios del Universo.
EL UNIVERSAL
TONANTZINTLA, PUEBLA.- Varias toneladas de piedra apilada a las orillas son la señal de que se ha llegado al lugar. En el horizonte una espesa capa de nubes muestra por instantes una gran mole blanca, mezcla de fibra de carbono, hierro y concreto, que promete resolver algunos misterios del Universo.
Se trata del Gran Telescopio Milimétrico (GTM), el proyecto científico más caro y ambicioso de la historia de México, que con una antena de 50 metros de diámetro, pretende captar la energía emitida desde hace 13 mil 500 millones de años, justo en los confines y orígenes del Universo.
?Con el GTM, México ingresará a las grandes ligas en la astronomía mundial?, comenta entusiasmado Emanuel Méndez Palma, investigador del Instituto Nacional de Astrofísica, Optica y Electrónica (INAOE), instancia encargada de construir este instrumento astronómico.
Actualmente se conocen 150 moléculas, pero con este telescopio se podrán descubrir nuevas moléculas que hay en el Universo y que pudieran tener gran potencial para la ciencia, agrega el investigador.
Para el director del INAOE, José Guichard Romero, el GTM será una excelente herramienta para hacer investigación de vanguardia mundial, pero al mismo tiempo, para intercambiar tiempo de uso con otros telescopios como el Hubble, Spitzer o el de Canarias.
Con ese intercambio de tiempo de uso, dijo, los investigadores mexicanos podrán estudiar fenómenos astronómicos desde distintas magnitudes de ondas y así generar un mejor conocimiento.
A unos días de que sea inaugurado por el presidente Vicente Fox, el próximo 22 de noviembre, los trabajos para culminar los últimos detalles de este telescopio se han acelerado.
La instalación eléctrica, el suministro de oxígeno y la limpieza de las estancias que se ubican debajo del telescopio, así como el recubrimiento de la antena, son las tareas prioritarias en este momento.
La jornada laboral que antes era de 7:00 de la mañana a las 6:00 de la tarde, hoy se ha extendido hasta las 8:00 o 9:00 de la noche.
Tarea realmente compleja, si se toma en cuenta que para llegar hasta el GTM es necesario recorrer en vehículo un estrecho y sinuoso camino que va desde Atzizintla, último poblado de la región, hasta la cima del volcán Sierra Negra.
El trayecto dura unos 40 minutos, gracias a que se ha colocado adoquín en las más severas pendientes, donde anteriormente, cuando comenzó a construirse el telescopio, los vehículos solían atascarse, lo que dificultó aún más la edificación de ese instrumento astronómico.
Al llegar a la cima, a cuatro mil 581 metros de altura sobre el nivel del mar, se puede apreciar una gran alfombra de nubes que se extiende abajo del telescopio, y frente a él, a sólo siete kilómetros, el Pico de Orizaba, la montaña más alta del país.
Desde este punto, la respiración se dificulta, pues se tiene un 45 por ciento menos oxígeno que a nivel del mar. Eso ha provocado algunas dificultades a los aproximadamente 180 trabajadores que laboran en la construcción del GTM.
?Ha habido trabajadores que no llegan a acostumbrarse a esta altura y se van. El primer día para ellos es complicado, suelen presentar dolor de cabeza y mareo, por eso se les asignan tareas sencillas. Sin embargo, después de dos días se logran aclimatar?, comentó Luis Villanueva, encargado de los trabajos de construcción.
Algunas actividades como la de soldar, que en situaciones normales resulta una actividad sin mayores complicaciones, en la cima del volcán se vuelven complejas, porque las difíciles condiciones atmosféricas y la falta de oxígeno, provoca que se pierda la concentración de lo que se hace, explica Emanuel Méndez Palma, ex director del INAOE.
El transportar todos los materiales hasta el lugar donde se construye el telescopio fue el mayor desafío, recuerda Méndez Palma, para ello incluso se contrataron a las dos mayores grúas que existen en el país, las que edificaron los segundos pisos en la Ciudad de México.
El volcán Sierra Negra ofrece condiciones únicas, porque se encuentra en un sitio con escasa humedad y lejos de grandes poblados, por ello fue seleccionado de entre un total de 60 cumbres dentro del territorio nacional.
?Al principio pensamos que una buena opción era el volcán de la Malinche. Pero después de haber subido algunos instrumentos de medición, la gente de poblados vecinos empezó a decir que la sequía que había en la región era por culpa de esos aparatos. Un día subieron y quitaron los instrumentos. Lo curioso fue que al día siguiente llovió. Así que tuvimos que cambiar de lugar?, comentó Alfonso Serrano Pérez-Grovas, director del proyecto del GTM.
La decisión de escoger al volcán Sierra Negra fue tan acertada, a decir de los especialistas, que en la actualidad diversas instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México preparan la instalación de otros telescopios en el lugar.
De esa forma, el GTM se prepara para convertirse en el telescopio más grande del mundo en su tipo, y ser la base para el despegue de varias disciplinas científicas en México.
Para saber
El Gran Telescopio Milimétrico (GTM) fue concebido hace más de 15 años por científicos del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica de México y de la Universidad de Massachussets.
Es un radiotelescopio diseñado para esperar en longitudes de onda de uno a cuatro milímetros.
Su estructura de acero pesa más de dos mil toneladas.
Consiste en una antena parabólica de 50 metros de diámetro, ubicada sobre una estructura que se moverá con precisión.
El peso de la antena completa es de 620 toneladas.
La antena conformada por 180 paneles de níquel electro-formado, captará la radiación milimétrica.
Puede girar 360 grados a cualquier parte del cielo.
Puede apuntar cinco a 90 grados en elevación el telescopio.
El cono tiene 17 metros de altura.
El GTM se construye a cuatro mil 580 metros sobre el nivel del mar, en la cima del volcán Sierra Negra, en las inmediaciones de los estados de Puebla y Veracruz.
Las instalaciones cuentan con una sala de juntas, instrumentación, área de control, sala de TV, bodega, laboratorio, comedor, cocina almacén y dormitorios.
FUENTE: El Universal
