El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- Sobre las cenizas, doña Gloria Hernández Cervantes volvió a construir su casa con unos cartones y unas tablas que la regaló un vecino. Dice que ya está resignada, pues como buena cristiana considera que lo importante es la vida y no las cosas materiales.
Su nueva casa es pequeña en comparación con la tenía antes del incendio en la colonia Rinconada Zaragoza Sur. El fuego consumió todas sus cosas y, aunque ahora cuenta con un techo de lámina que la protege del sol, duerme sobre unos bloks, por eso despertó con algunos dolores en el cuerpo.
Aunque hasta la mañana de ayer, el Ayuntamiento todavía no entregaba hules ni láminas, algunas personas comenzaron a reconstruir sus hogares. A sus 70 años, doña Gloria dice estar dispuesta a comenzar de nuevo, aunque para eso tenga que dormir en el suelo.
?Un vecino me regaló cartón y madera, por eso tengo casa nueva; y aproveché el domingo para que mis yernos y mis hijos me ayudaran a construirla. Ya de perdido tengo una sombra porque nos estábamos chamuscando con el sol?.
Doña Gloria tiene una tarima y un colchón viejo que le regalaron a su nieta: ?pero ella se durmió con los niños, yo me acosté sobre unos bloks pero ya no aguanto el cuerpo. Ya nos trajeron algo de ropa porque no teníamos ni para cambiarnos?.
Además, comenta, les regalaron agua purificada porque el domingo tomaron agua de las llaves y ahora están enfermos del estómago, ?no está potable y así nos la estábamos bebiendo; la estamos pasando muy duro, yo de perdido quisiera un colchón para no amanecer toda adolorida?.
El día del incendio, doña Gloria también perdió su pequeño negocio: ?vendía dulces y refrescos, ese día había surtido la mercancía, también tenía 333 pesos para el abono del terreno y otros 500 de ahorro, pero todo el dinero se me quemó?.
Al igual que doña Gloria, Ricardo Torres González comienza a resignarse por haber perdido todo. Dice que el día del incendio estaba trabajando y cuando llegó a la colonia se encontró con la noticia que ya no tenía nada.
?Ya ni modo, ya no hay nada qué hacer. Yo vivo con un sobrino porque su familia vive fuera, afortunadamente no nos pasó nada a ninguno. No nos queda más que volver a empezar y ojalá que la gente nos ayude con lo que pueda?, comenta Ricardo Torres.
RESIGNACIÓN
?Ya ni modo, ya no hay nada qué hacer. Yo vivo con un sobrino porque su familia vive fuera, afortunadamente no nos pasó nada a ninguno. No nos queda más que volver a empezar y ojalá que la gente nos ayude con lo que pueda?.
Ricardo Torres González, afectado
