Por primera vez en nuestra historia política, concluyó una jornada electoral sin que se pudiese anunciar el triunfo de uno de los candidatos debido a lo cerrado de la contienda. Ni las encuestas de salida ni el conteo rápido del Programa de Resultados Preliminares del IFE ofrecieron información suficiente sobre alguna tendencia clara, por lo que habrá que esperar para iniciar el conteo de los votos en cada uno de los distritos.
A pesar que la autoridad electoral solicitó a los candidatos actuar responsablemente y evitar proclamarse vencedores, inmediatamente el candidato del PRD hizo lo contrario, seguido por el candidato del PAN. Estamos ante un nuevo escenario que, si bien era previsible, no era deseable en la medida que puede conducir a un periodo de alta incertidumbre respecto de una decisión tan importante como lo es el saber quién será el próximo presidente.
La incertidumbre es un factor natural en los mercados y a lo largo de la historia se ha tenido que aprender a convivir con ella. Se han desarrollado diversas teorías y modelos que permiten capturar esta incertidumbre y que buscan explicar cómo reaccionan los individuos y los mercados ante su presencia. Lo cierto es que este factor juega un papel crucial en el comportamiento inmediato o de corto plazo de los mercados.
El hecho es que en estos mercados existe una gran cantidad de participantes, los cuales poseen información incompleta y cuyo procesamiento no es del todo adecuado. Esto aplica no sólo a los participantes individuales, sino incluso a los participantes institucionales. Gran parte de su comportamiento obedece a variables económicas fundamentales, pero los factores culturales y sicológicos tienen un impacto inmediato no despreciable y en ocasiones impredecible.
Un elemento central que puede explicar esta situación es el denominado “efecto manada” que ocurre cuando varios participantes del mercado consideran que el juicio de otros participantes es el adecuado porque probablemente cuenten con mejor información, y en consecuencia deciden imitar sus acciones. Esta situación conduce a una sobrerreacción en los mercados que amplifica cualquier movimiento inicial. El asunto es saber qué origina el comportamiento o las acciones del grupo “líder” y existe evidencia de que las noticias suelen funcionar como un factor iniciador de una cadena de eventos que puede modificar fundamentalmente las percepciones del público sobre el mercado.
Y condiciones de alta incertidumbre se convierten en un magnífico caldo de cultivo para este tipo de eventos. Esto es importante tenerlo en mente porque a pesar de que durante los últimos meses se ha insistido en que nuestra economía ha alcanzado mayores niveles de estabilidad macroeconómica y que sus fundamentales en este momento son adecuados, tal y como lo presentó el secretario de Hacienda tan sólo unos pocos días antes del dos de julio, la indefinición de los resultados que estamos viviendo en estos momentos abre las posibilidades para que cualquier acción irresponsable por parte de alguno de los contendientes pueda conducir a información que provoque en los mercados el inicio de un periodo de comportamiento irracional producto de este “efecto manada”.
Esta alta volatilidad sólo beneficia a unos cuantos, pues a río revuelto, ganancia de pescadores. Seguramente la bolsa sería el primer mercado en reaccionar, pero una alta volatilidad en el mercado cambiario tiene la capacidad de afectar a un mayor número de individuos y empresas.
En estas circunstancias, la adecuada y oportuna reacción de la autoridad será crucial, pero sobre todo es importante que los distintos partidos políticos y sus candidatos observen un comportamiento responsable y maduro. Y en este juego, los medios de comunicación también tienen un papel central, ya que en buena medida son los portadores de las noticias que pueden evitar o iniciar un efecto de información en cascada que sería el detonador del “efecto manada” y del comportamiento irracional en los mercados. Esta es una importante prueba para el país, y ojalá que en nuestra próxima entrega estemos discutiendo sobre la agenda futura del candidato ganador y no sobre el caos en los mercados.