Moscú, (EFE).- El primer cosmonauta de Brasil, Marcos Pontes, viaja a bordo de la nave rusa Soyuz TMA-8 con pocas comodidades y comparte con sus colegas cenas frías hasta su llegada a la Estación Espacial Internacional (ISS).
"Durante los dos días que dura el vuelo de ida a la ISS los cosmonautas pueden experimentar sensaciones molestas, pasar algo de frío, pero hay comida de sobra", dijo Alexandr Aguréyev, director del Instituto de Biología Espacial de Rusia.
Pontes y sus compañeros de viaje, el ruso Pável Vinográdov y el estadounidense Jeffrey Williams, pueden sentir algún malestar mientras se adaptan a las condiciones de ingravidez, indicó Aguréyev a la agencia Itar-Tass.
"Pontes se adapta a las condiciones del vuelo orbital y en general su estado es satisfactorio", subrayó el experto desde el Centro de Control de Vuelos Espaciales (CCVE) de Rusia, cerca a Moscú.
Añadió que los médicos recomendaron a Pontes, de 43 años, moverse lo menos posible, evitar los movimientos bruscos de la cabeza y sobre todo, los esfuerzos físicos.
"El objetivo es evitar al máximo forzar el sistema circulatorio", recalcó.
En la nave rusa hay poco espacio y, aunque los cosmonautas ya pudieron quitarse las escafandras o trajes espaciales, apenas pueden moverse de sus butacas.
En semejantes condiciones, la mayoría de los cosmonautas pierden el apetito, pero la despensa en la Soyuz lleva raciones suficientes para que cada cosmonauta pueda comer hasta cuatro veces cada día, explicó Aguréyev.
"Es comida especial que no hay que calentar", dijo el experto al enumerar que el menú incluye pollo, jamón, queso, zumos, chocolate, cereales, ciruelas y otras frutas secas.
"Muchos cosmonautas no comen nada, porque para cualquiera es difícil adaptarse a la ingravidez", comentó el cosmonauta ruso Gennadi Pádalka, quien sigue el vuelo de la Soyuz TMA-8 desde el CCVE, localizado en la ciudad de Korolióv, al noreste de Moscú.
Según el CCVE, Vinográdov, comandante de la expedición, reportó que se cumplen las actividades de navegación de rutina y que él y Williams ayudan a Pontes a desarrollar actividades relacionadas con su misión "Centenario".
La mayor parte del la misión brasileña se realizará en la ISS con experimentos relacionados con bioquímica, termodinámica, cinética de enzimas, cristalización de proteínas, semiconductores y difusión térmica.
Desde la ISS, Pontes conversará con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, atenderá una conferencia de prensa y también hablará con estudiantes.
Vinográdov informó cuando la Soyuz TMA-8 describió la vuelta número 18 en torno a la Tierra, se ejecutó con éxito la segunda maniobra para corregir la trayectoria de la nave, indispensable para el acoplamiento con la ISS.
La misión fundamental de la Soyuz TMA-8 es transportar a la ISS la décimo tercera expedición, ISS-13, integrada por Vinográdov y Williams.
Vinográdov y Williams relevarán a la ISS-12, formada por el ruso Valeri Tokarev y el estadounidense William McArthur, quienes se encuentran en la estación desde el pasado mes de octubre.
Durante ocho días en la ISS vivirán cinco cosmonautas, y mientras rusos y estadounidenses se dedicarán a las actividades relacionadas con la trasferencia de las expediciones, Pontes se ocupará de los experimentos científicos.
Vinográdov y Williams se quedarán en la ISS al menos medio año, y Pontes regresará a la Tierra en compañía de Tokarev y McArthur en la nave rusa Soyuz TMA-7, previsiblemente el próximo 9 de abril.
