El Congreso de los Diputados en España por una parte presenta una moción de Ley para equiparar derechos de primates a los derechos humanos y por otra aprueba la nueva Ley sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida, con lo que se da un paso gigante al trato inhumano de los embriones.
Por supuesto que los legisladores especialmente socialistas que promueven tales dislates no llevan a cabo una acción verdaderamente democrática en asuntos de tan notable importancia moral no consultando a la ciudadanía, como se ha hecho en otros países como Italia y se discute y aprueba por una mayoría parlamentaria tan exigua, como es la del PSOE a actividades tan contrarias a la dignidad que el ser humano en su fase de embrión merece.
Con la aprobación de esta Ley, España se unirá a los nueve países que en el mundo ya permiten la utilización de embriones humanos para fines experimentales. La Ley permitirá la utilización del término preembrión, algo biológicamente en total desuso y cuyo fin es manipularlo sin ninguna responsabilidad ética; la apertura a cualquier tipo de clonación humana, que no sea la reproductiva; el incremento del número de embriones humanos congelados, que podrán ser utilizados en experimentaciones biológicas, al no limitar su número habrá un exceso que se congelarán o destruirán.
También habilitará la utilización de embriones humanos frescos para la investigación; la apertura del camino al diagnóstico genético preimplantatorio, con las graves dificultades éticas que esto implica, al ser una práctica claramente eugenésica, se evitará por un lado el nacimiento de niños enfermos y por otro se abrirá la posibilidad de crear niños-medicamento y la fecundación de ovocitos animales con espermatozoides humanos, es decir, abrir la puerta a la posibilidad de crear híbridos entre hombre y animal.
Pero por otra parte de ese mismo grupo parlamentario socialista surge la propuesta de elevar a rango de derechos humanos la protección y cuidado de los primates: chimpancés, orangutanes, monos, changos etcétera, dado que al decir de algunos de los diputados proponentes de esta iniciativa: son especies animales muy cercanas a los seres humanos y seguramente (sic) antepasados del género humano (quizá lo sean específicamente de ellos, a mí no me metan en su cuento).
La titularidad de un derecho humano se da única y exclusivamente por el hecho de la personalidad jurídica que posee el ser humano en virtud de su naturaleza ontológica y su dignidad intrínseca derivada de ser ese ser único y distinto en la creación, dotado de inteligencia y voluntad y por ende de la responsabilidad correspondiente a los actos humanos que ejecuta, los cuales son los que le otorgan la imputabilidad de los derechos y deberes propios de su relación social y de su esencia racional.
¡Qué absurdo que esos derechos humanos que los diputados socialistas pretenden quitarle a un ser humano que está en proceso prenatal pero que es único e irrepetible si pretendan otorgárselos a los primates, por más que se parezcan a esas sus ilustres señorías!