El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- Trámites burocráticos impidieron que Juan Romero Cancino, fuera excarcelado momentáneamente para que pudiera acudiera a darle el último adiós a su madre María Luisa Castañeda de Cancino, cuyos restos fueron inhumados ayer por la tarde en el Panteón Municipal número II de esta ciudad.
Familiares y amigos de la familia Romero Cancino acudieron a las cinco de la tarde de ayer al Panteón Municipal con el fin de dar cristiana sepultura a doña María Luisa, la cual dijeron cayó en una profunda depresión luego que su hijo Juan fuera detenido por la Policía Ministerial acusado injustamente del homicidio de Olga Hernández Sabala, de 45 años, quien fuera ultimada el pasado 19 de febrero del presente año, situación que mermó considerablemente su salud hasta que finalmente falleció.
Tras permanecer poco más de seis meses recluido en el Centro de Readaptación Social (Cereso) Juan Romero Cancino sigue esperando que el Juzgado Cuarto Penal le otorgue su libertad ya que desde el 18 de julio del presente año se entregó a las autoridades zacatecanas Manuel de Jesús Anguiano Pérez, quien dice ser el verdadero homicida de Olga Hernández.
Tras conocerse la muerte de la señora María Luisa, sus familiares tramitaron ante el titular del Juzgado Cuarto Penal Pedro Limón Hernández, un permiso para que Juan pudiera acudir al panteón a despedirse de su madre, la solicitud fue aceptada y el juzgador giró los oficios correspondientes tanto al director del Centro de Readaptación, así como al titular de la Policía Ministerial para que se coordinaran en el traslado del interno el camposanto.
A las cinco de la tarde los familiares y amigos de los Romero Cancino esperaban ansiosos la llegada de Juan, sin embargo, éste nunca fue trasladado del Cereso al panteón, presuntamente porque los oficios enviados por el Juzgado se traspapelaron en ambas dependencias (Cereso y Policía Ministerial).
Molestos por lo sucedido, los ahí presentes procedieron a inhumar el cuerpo de doña María Luisa y posteriormente se trasladaron a las instalaciones del Cereso donde realizaron un plantón en protesta por lo sucedido, acusando a las autoridades penitenciarias y ministeriales de burlarse de su dolor y querer mantener a como dé lugar a Juan Romero detenido para que pague por un crimen que dicen no cometió.
Por su parte, Magdaleno Romero Hernández, padre de Juan, dijo que éste había amenazado con quietarse la vida si no se le permitía acudir al funeral de su madre, amenaza que temen pueda cumplir en cualquier momento.
Se espera que hoy por la mañana se realice un nuevo plantón a las afueras del Centro de Readaptación Social y de la Policía Ministerial, donde se pedirá la destitución de los titulares de ambas dependencias, así como la liberación inmediata de Juan Romero Cancino.
