El Siglo de Durango
Definitivamente los factores socioeconómicos y culturales, sobre todo de la madre de familia, influyen en gran escala en la desnutrición de los niños, reveló una investigación realizada por el Centro de Investigación en Alimentos y Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), al indicar que existen cifras por arriba del estándar en familias de escasos recursos económicos, mientras que los infantes que asisten a una guardería prácticamente se encuentran normales.
Armando Ávila Rodríguez, investigador del Centro, informó que en estos momentos acaban de terminar el estudio comparativo entre un muestreo de 429 menores del Hospital del Niño, y 403 de guarderías públicas y particulares, sobre infantes entre seis meses y tres años de edad.
Los resultados indicaron en el Hospital del Niño que el 30 por ciento tenía deficiencia de hierro y poco más del 20 registraba parasitosis.
Las cifras que se obtuvieron en las guarderías mostraron cantidades muy por debajo de los parámetros de desnutrición, por lo que fueron normales.
Por lo menos el 75 por ciento de las madres de los infantes que fueron tomados en cuenta en el muestreo no tenían trabajo o empleo y sólo se dedicaban a ser amas de casa, pero también muchas de ellas ni siquiera terminaron la primaria.
El factor educativo fue un aspecto que influyó en gran medida en el asunto de la desnutrición, dijo el entrevistado, pues las madres no tienen el conocimiento adecuado para ofrecer el alimento apropiado a los niños.
Otro asunto que también intervino en gran medida fue el del bajo perfil socioeconómico de la familia, pues el factor dinero también impide ofrecer la ajustada alimentación.
A diferencia de las madres de las guarderías, éstas sí trabajan, poseen más dinero y los menores tienen acceso a dos comidas de las cuatro que deben ingerir al día.
El investigador expresó que la investigación aún no ha terminado, pues sólo falta el proceso de conclusiones que irán dirigidas a realizar algunas recomendaciones a los aparatos de salud y asistencia pública y educativas, tanto municipales como estatales, para que a través de estas dependencias se desarrollen los programas adecuados para brindar una mejor alimentación, ya sea en desayunos, aplicación de vitaminas u otras estrategias.
Situación
Condiciones abismales entre pobres y ricos
· La desnutrición y la parasitosis en niños en los sectores marginados se presentan con mayor frecuencia que en donde hay condiciones económicas bajas medias, medias o altas.
· La condición escolar de la madre de familia tiene mucho que ver con las medidas de prevención de la desnutrición y parasitosis, pues una mujer educada provee por lo menos mayor calidad en los alimentos que abastece.
· Por lo general las madres de familia que se encuentran en zonas marginadas no trabajan, sino que se dedican a sus hijos.
· La baja condición escolar también impide a las madres de familia encontrar un trabajo remunerado en forma justa.
FUENTE: Centro de Investigación en Alimentos y Nutrición de la Facultad de Medicina.
