No ganaron puntos por belleza, pero sus resultados fueron igual de efectivos. Inglaterra y Portugal sobrevivieron a la segunda ronda de la Copa del Mundo y cruzarán sus caminos en los cuartos de final.
BERLÍN, ALEMANIA
AP
En su camino quedaron Ecuador y Holanda, el primero contento con haber salido de la fase inicial, y el segundo herido por otra eliminación antes de lo esperado.
Inglaterra y Portugal chocarán el sábado en Gelsenkirchen.
El duelo entre Holanda y Portugal en Núremberg fue una pelea callejera, con un poco de todo. Empujones, cabezazos, planchas, zancadillas y patadas le hicieron la vida imposible al árbitro ruso Valentin Ivanov, y un golazo de Maniche le dio el triunfo 1-0 al equipo luso.
Ivanov repartió 16 tarjetas amarillas y cuatro rojas, opacando la gesta del técnico de Portugal Luiz Felipe Scolari, quien ganó su undécimo partido consecutivo, siete con Brasil en el 2002 y los primeros cuatro en Alemania.
El boleto a la fiesta de los ocho mejores es el mejor resultado de los portugueses desde 1966, cuando terminaron terceros de la mano del gran Eusebio. En ese mundial, Portugal perdió en semifinales frente a los anfitriones, Inglaterra, que luego conquistó el título.
En su más reciente encuentro en un torneo grande, Portugal superó a Inglaterra en los cuartos de final de la Eurocopa 2004.
Ahora Scolari enfrenta a una Inglaterra que no empapa pero moja, que derrotó 1-0 a Ecuador con un tiro libre de David Beckham a los 60 minutos.
El motor inglés todavía no arranca con todas sus bujías, pero se movió lo suficiente para superar a un Ecuador que parecía conforme con haber llegado a la segunda ronda por primera vez en su historia, en apenas su segundo mundial.
El técnico Sven-Goran Eriksson alteró su alineación y dejó a Wayne Rooney solo en la punta, con resultados que dan para pensar.
Ecuador tuvo el puñal en la mano pero le tembló el pulso para dar la estocada: a los 11 minutos, Carlos Tenorio encaró al portero Paul Robinson después de un error de la defensa inglesa, pero se demoró en rematar y un zaguero alcanzó a pellizcar el balón, que remeció el travesaño.