Agencias
FILADELFIA, EU.- Barbra Streisand abrió su primera gira estadounidense en 12 años este miércoles con un show que ridiculizó a su enemigo político, el presidente George W. Bush.
Frente a un público de 16 mil personas que abarrotaron el Wachovia Center del sur de Filadelfia, Streisand brindó excelentes interpretaciones de canciones que han sido baluartes de su larga trayectoria como cantante y actriz, entre ellas Funny Girl, Come Rain or Come Shine, Love Soft as an Easy Chair y Somewhere. El espectáculo también incluyó un sketch satírico donde un actor representando a Bush pronunció parlamentos tales como, ?me preocupa la deuda nacional, así que voy a vender Canadá? y ?si me preocuparan las encuestas habría contendido para la presidencia de Polonia?.
Streisand, de 64 años y activista liberal desde hace mucho tiempo, dijo que salía del retiro para recaudar dinero para su fundación, que apoya una diversidad de causas relacionadas con el medio ambiente, la educación, el cuidado de la salud y otros asuntos. Luciendo un atuendo negro de lentejuelas con abertura en la falda en la primera mitad del espectáculo, y un vestido negro con un chal con adornos dorados después del intermedio, la cantante se sentó en un banco alto en diferentes ocasiones, durante el concierto de dos horas y media, subió por el escenario y recorrió los pasillos de la orquesta.
Explicó el hecho de depender de un teleprompter recordando que había quedado tan traumada por haber olvidado la letra de tres canciones en un concierto de 1967, en Nueva York, que dejó de cantar en vivo durante más de 20 años. Hace seis años declaró que no volvería a presentarse ante el público.
Ron Long, de 62 años, de Lancaster, Pennsylvania, dijo ser fan de Streisand desde hace 45 años y que ésta era la primera vez que la veía en un concierto.
?Su voz es tan buena como a principios de los 60. Ella es divina?, expresó Long, quien pagó 750 dólares por dos boletos y estaba feliz de que el dinero se destinara a la fundación.
Dave Vignola, de 55 años, originario de Gibbstown, Nueva Jersey, compró tres boletos con un costo de 750 dólares cada uno y dijo que era una oportunidad única de ver a la cantante cuya carrera había seguido durante décadas.
?Tal vez nunca vuelva a presentarse?, comentó.
