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RÍO DE JANEIRO, BRASIL.- Brasil se sumergió ayer en su desenfrenado Carnaval, en el que millones de personas de todas las edades bailarán y marcharán por calles y avenidas de todo el país durante casi cinco días.
En Río de Janeiro, donde se realizan los más famosos desfiles de la considerada mayor fiesta popular del mundo, el Rey Momo, Alex de Oliveira, asumió el ?Gobierno? al recibir las llaves de la ciudad del alcalde en funciones, Otavio Leite.
?Deseamos a todos nuestros súbditos un carnaval de mucha paz y salud, y que las personas recuerden la seguridad y hagan del preservativo su principal disfraz?, dijo el ?monarca? en una ceremonia en los jardines del Palacio de la Alcaldía.
Las palabras del delgado Oliveira, quien perdió 122 kilos desde la anterior vez que ?reinó?, en 2003, aludieron a las numerosas relaciones sexuales fortuitas que acompañan los festejos, fomentadas por la alegre música y el despreocupado consumo de alcohol.
El Gobierno anunció la distribución gratuita de 25 millones de condones en todo el país, el doble que en el Carnaval de 2005, en una campaña para prevenir los contagios de enfermedades sexualmente transmitidas y los embarazos indeseados.
El Rey Momo se mezcló de inmediato con un grupo de bailarinas de la escuela de samba Sao Clemente, que dieron una muestra de sensuales pasos de baile y frenéticos movimientos de caderas al son de una batería de tambores.
Los festejos también se iniciaron en otras ciudades del cálido noreste del país, como Pernambuco y Recife, mientras ayer viernes en la noche comenzaba formalmente el concurso de escuelas de samba en Sao Paulo, la mayor urbe de Brasil.
Los bailes por las calles de todo el país, de los que participa gran parte de los 185 millones de habitantes, incluyen desfiles de ?blocos?, o grupos de profesionales o miembros de clubes, o asociaciones de gays, lesbianas o travestis.
Además de la preocupación por la promiscuidad, las autoridades lanzaron campañas para evitar accidentes automovilísticos causados por conductores ebrios y para dar seguridad a los festejos.
