El Siglo de Durango
Con el Miércoles de Ceniza inició el periodo de Cuaresma. La Iglesia Católica hace un llamado a sus fieles para que vivan esta temporada como un tiempo especial de gracia. ?Que lo hagamos en un espíritu abierto para que podamos vivir un encuentro personal con Jesucristo vivo, particularmente en la escucha de su palabra, que podamos encontrarlo en nuestro prójimo mediante el servicio?, pronuncia Víctor Manuel Solís Quiroga.
El vocero de la Arquidiócesis de Durango comenta: ?el cristiano tiene la oportunidad de celebrar cada año un tiempo especial de gracia que lo constituyen 40 días y que es un tiempo de preparación a la Pascua. En estos 40 días el cristiano comienza en su cabeza un signo que es la ceniza y eso es un elemento que cobra su importancia porque está presente en las Sagradas Escrituras y su signo es la penitencia?.
El presbítero del Templo de Nuestra Señora de Santa Ana glosa que la penitencia está en orden a la conversión; por lo tanto, la ceniza es signo de una actitud interior. ?El espíritu de arrepentimiento interno de nuestro ser, por eso se pone un signo exterior. Si no es eso, entonces la ceniza se convierte en lo que Jesús reclama una práctica de hipocresía?, manifiesta.
Solís Quiroga dice que hay otra Cuaresma en el concepto existencial. ?La Cuaresma de este año nos recuerda la existencial en el que llevamos impresa en lo más profundo de nuestro corazón la cruz de Cristo y nuestra actitud debe estar siempre distinguible en el mundo, en la sociedad, en la familia, por nuestro comportamiento, que expresen un arrepentimiento sincero que nos ponga de frente a Dios, sin darle la espalda a nuestro prójimo?, apunta.
Por lo tanto, la cruz dibujada con ceniza en las frentes de los católicos significa iniciar en una alegría de fe y renunciar a toda tentación porque la fuerza es Dios. ?La tentación es expresa en nuestra vida diaria por el demonio del egoísmo, del orgullo y la soberbia. Si ponemos nuestra cruz no podemos vivir como quien no conoce a Dios?, exhorta.
El cura señala que la cruz sobre la frente es un compromiso serio y no es algo mágico. ?Es un compromiso delante de Dios que expresa una realidad interior?, añade.
Hace alusión a los 40 años que estuvo Israel en el desierto, tiempo de purificación y de encuentros con Dios para después entrar a la tierra prometida, pero también menciona los 40 días que Jesús estuvo en ayuno y fue tentado pero sin pecado.
?En un tiempo en que Jesús entró en comunicación con su padre, que lo preparó para iniciar su ministerio público, que consiste en predicar el reino de Dios en ejercer y acreditar su mesianismo?, explica.
