EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- Presa de una fuerte crisis depresiva, una mujer de 20 años intentó por segunda ocasión quitarse la vida e ingirió 15 pastillas de Piroxicam, medicamento anti-inflamatorio, pero fue trasladada al hospital y salvó la vida.
A las 3:10 horas de ayer ingresó al Hospital General de esta ciudad, Yolanda Rodríguez Cardozo, de 20 años, con domicilio en la colonia Laguneta.
De acuerdo al parte médico, la joven mujer presenta intoxicación medicamentosa y fue llevada al hospital por sus padres.
Luego de las investigaciones de los agentes de la Policía Ministerial, se pudo establecer que la muchacha sufre crisis depresivas recurrentes.
Yolanda declara que la noche del jueves se sentía muy deprimida en el interior de su casa y decidió terminar con su vida, para lo cual se tomó las pastillas que había de una caja; 15 de Piroxicam, como a las 23:00 horas.
Ya en la madrugada de ayer, Yolanda comenzó a quejarse por sentirse mal y al verla sus padres la trasladaron al Hospital General.
El padre de la joven manifiesta que su hija padece crisis nerviosas desde hace tiempo. Recuerda que unos cinco años atrás, Yolanda intentó por primera vez suicidarse de la misma forma, pero al igual que ayer, esa vez también se dieron cuenta a tiempo y lograron que se salvara.
La joven fue sometida a un tratamiento para ese tipo de casos y quedó internada con la finalidad de ver su evolución y se dijo que estaba fuera de peligro.
Avisos
El médico legista de la Subprocuraduría de Justicia de la Región Laguna Durango, Armando Castillo González, advierte que por lo general, el suicida en potencia avisa y lo intenta en varias ocasiones hasta que lo logra, en caso de no recibir atención sicológica adecuada.
Es muy importante en este tipo de casos, enfatiza, que los familiares soliciten orientación profesional y si carecen de recursos, pueden acudir a instituciones como el sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), a solicitar apoyo.
Cada caso de suicidio es distinto, al igual que los métodos para cometerlo, pero casi siempre la persona manda avisos de sus intenciones y hay que estar alertas sobre ellos, expone el médico forense.
