EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- A Juan Carlos Ramírez Zapata lo vencieron las ganas de comer chicarrón prensado y por eso pretendió robarse un kilo en el negocio donde trabaja, pero no pudo probarlo porque en su intento fue descubierto por un guardia de seguridad.
El joven de 18 años quien tienen su domicilio en la avenida Durango número 25 de la colonia Zaragoza, nunca pensó que sus deseos serían frustrados cuando el vigilante vio cuando llevaba la bolsa de chicharrón supuestamente a tirar a un contenedor.
De acuerdo a lo que informaron en la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), esto sucedió el pasado miércoles a las 18:40 horas en el Súper Anla, el cual se encuentra ubicado en el centro de esta ciudad.
Al parecer, el muchacho tomó un kilo del producto que se encontraba en una charola y luego de meterlo a una bolsa de plástico, lo colocó de manera estratégica en una caja donde durante el día los empleados depositan la basura.
Juan Carlos esperó paciente, hasta que vio que ya era propicio llevar los desperdicios al contenedor que se encuentra ubicado en la parte trasera del establecimiento comercial.
En su intento por llevarse el chicharrón prensado a su casa a fin de compartirlo con sus padres, el muchacho se entretuvo sacando del interior, la bolsa donde se encontraba el alimento y por eso no se percató que el encargado de seguridad lo estaba observando.
Al cuestionarlo sobre el por qué la tenía entre sus manos, el joven le respondió que porque se lo había encontrado dentro de la caja de basura como una manera de ocultar que pretendía cometer un hurto.
De acuerdo a la información proporcionada en la DSPM, Juan Carlos en todo momento aseguró que el alimento estaba echado a perder y que por eso estaba en el cesto de desperdicios, sin embargo cuando estuvo frente al Agente del Ministerio Público, reconoció que se lo quería llevar sin pagar a su casa puesto que con lo que gana no le alcanzaba para darse y darle ese gusto a sus padres.
