Advierten republicanos que no aceptarán una Ley que legalice a inmigrantes.
Agencias
WASHINGTON, Estados Unidos.- El proyecto de reforma migratoria aprobado por el Senado estadounidense es una amnistía que no será aceptada por la Cámara Baja, advirtió ayer el presidente del Comité Judicial de ese cuerpo legislativo, James Sensenbrenner.
?Rechazo el tono que los senadores le han estado dando a su propuesta. Es amnistía?, juzgó el representante republicano, arquitecto de la Ley migratoria aprobada por la Cámara Baja en diciembre pasado que criminaliza a los indocumentados.
John Boehner, líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, secundó la óptica Sensenbrenner.
?Nuestra mayor prioridad es vigilar nuestras fronteras y frenar la inmigración ilegal. Los negociadores de los representantes se opondrán a las políticas conflictivas que alientan las fronteras abiertas e invitan a más inmigrantes ilegales a nuestro país?, señaló Boehner.
El presidente del Comité de Seguridad Interna de la Cámara Baja, Peter King, advirtió también que votará contra cualquier iniciativa que incluya legalizar a inmigrantes indocumentados.
King, representante republicano por Nueva York, está en la lista de los posibles negociadores de la Cámara Baja en la conferencia bicameral.
De acuerdo con Sensenbrenner, cualquier Ley que se concrete a partir de las negociaciones entre ambas Cámaras debe concentrarse en resguardar las fronteras y en castigar a quien contrate a ilegales.
?Con los controles fronterizos y el reforzamiento de sanciones a empleadores, los puestos de trabajo para inmigrantes ilegales empezarán a escasear.
?Y si no puedes conseguir un trabajo porque se están aplicando sanciones a empleadores, creo que muchos de los inmigrantes ilegales tendrán que regresar a casa voluntariamente?, aseguró.
Para el líder de los demócratas en el Senado, Harry Reid, sólo la presión del presidente George W. Bush podría vulnerar la resistencia republicana.
?El futuro de una reforma migratoria amplia está en sus manos, no en las nuestras. Debe rechazar públicamente la posición de la Cámara Baja y decirles que está muerta desde el inicio?, exhortó.
Sin embargo, Sensenbrenner minimizó la influencia de Bush entre sus colegas.
?El Presidente envió a Karl Rove, gurú en jefe, a la conferencia republicana, esta semana y la semana pasada y los representantes le saltaron encima, y dijeron que el presidente no está con el pueblo estadounidense?, indicó.
El liderazgo republicano en el Senado confió en que el acuerdo entre ambas Cámaras para una reforma migratoria pueda lograrse antes de las elecciones legislativas del próximo mes de noviembre, en la que se renueva toda la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.
Para algunas organizaciones de mexicanos en Estados Unidos, una mala reforma es peor que la situación que se tiene actualmente.
?Es preferible no tener una propuesta a tener una propuesta mala?, aseguró la presidenta del Consejo Nacional de La Raza, Janet Murguía.
?No tendremos miedo de oponernos vigorosamente al resultado si creemos que no funcionará?, agregó.
