EL UNIVERSAL-AEE
BOGOTÁ, COLOMBIA.- Las FARC aceptarían negociar con el Gobierno del presidente Álvaro Uribe, un “acuerdo humanitario” para poner fin al drama de los secuestrados en su poder, según una entrevista de uno de sus jefes en el canal Telesur, divulgada por algunos medios de comunicación ayer en Colombia.
“Todo requiere de la verdadera voluntad del Gobierno en dar garantías suficientes, sin trampas, sin engaños, que posibiliten el acuerdo humanitario”, dijo “Raúl Reyes”, portavoz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El jefe insurgente subrayó que las FARC tienen “toda la voluntad política” para sentarse a dialogar, pero condicionó esas negociaciones a “las garantías” que brinde Uribe.
“Eso depende de él (de Álvaro Uribe). A las FARC le interesa el acuerdo humanitario y tiene toda la disponibilidad y la voluntad política para ello. Pero eso requiere del Gobierno una verdadera voluntad política que empiece por darle garantías suficientes, sin trampas y sin engaños, que posibiliten este intercambio”, dijo Reyes.
La principal guerrilla colombiana quiere canjear unas sesenta personas, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, más de medio centenar de soldados y policías, tres estadounidenses y varios políticos que tienen secuestrados por unos 500 de sus rebeldes que se encuentran presos.
“Raúl Reyes”, cuyo verdadero nombre es Luis Eduardo Devia, subrayó en sus declaraciones a Telesur que el Gobierno de Uribe será el que decida si “continúa en la guerra o si busca el acercamiento con las FARC”.
El jefe rebelde condicionó como en otras ocasiones, que su organización se sentaría a negociar con el Gobierno cuando éste “desmilitarice los departamentos de Caquetá y Putumayo” en el sur del país.
Asimismo, cuando sean suspendidas las órdenes de captura contra los miembros del “secretariado” o “estado mayor” de las FARC y se suspendan las operaciones militares del “Plan Patriota”, una de las ofensivas castrenses más grandes en la historia de Colombia contra las guerrillas y que cuenta con apoyo de Estados Unidos.
“Las FARC no aceptarán conversaciones debajo de la mesa, conversaciones discretas ni tampoco aceptarán conversar en el exterior y en ningún lugar de Colombia con este Gobierno, mientras no haya zonas desmilitarizadas”, advirtió Reyes.
Señaló, igualmente, que “el Gobierno tiene que reconocer que existe un conflicto interno”, que o se va a solucionar por “la vía militar”.