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SAN FRANCISCO, California.- La información con los nombres y muestras de orina de unos 100 peloteros de las Grandes Ligas (GL) que dieron positivo por consumo de esteroides hace tres años podrá ser utilizada por los investigadores federales, según el fallo de una corte de apelaciones.
El fallo podría tener implicaciones para Barry Bonds, ya que le daría más fuerza al caso por perjurio que lleva el Gobierno contra el toletero de los Gigantes de San Francisco en el caso que su nombre aparezca dentro de los que dieron positivo.
Bonds ha estado en la mirilla desde que declaró en 2004 ante un jurado investigador y aseguró que nunca consumió intencionadamente sustancias prohibidas. Greg Anderson, preparador físico personal de Bonds, se encuentra detenido por negarse a testificar en el caso. Anderson fue sindicado previamente por distribución de esteroides.
Los investigadores incautaron los archivos electrónicos, con los resultados de los análisis hechos en 2003, durante redadas en el año de 2004 en los tres laboratorios involucrados en el programa de controles de las Grandes Ligas.
Las muestras sin identificar fueron recabadas como parte de un estudio de las Grandes Ligas para calibrar la magnitud del consumo de esteroides en el beisbol. Las pruebas, según el contrato laboral, fueron anónimas, pero a cada jugador se le asignó un código numérico para encajar con su nombre y así saber de quien se trataba.
La decisión de la Corte de Apelaciones del noveno circuito anula tres resoluciones de cortes menores y podría ayudar a las autoridades a identificar la o las fuentes de los esteroides en el beisbol. La empresa Quest Diagnostics de Teterboro, Nueva Jersey, uno de los más grandes laboratorios para pruebas clínicas de sustancias prohibidas en Estados Unidos, analizó más de 1,400 muestras de orina de jugadores en la temporada 2003. El organismo Comprehensive Testing de Long Beach, California, coordinó la colección de las muestras y compiló los datos.
Provistos con información de ambos laboratorios, las autoridades pueden ahora conciliar las muestras positivas con los nombres de los jugadores. Estos peloteros podrían entonces ser llamados a comparecer ante un jurado investigador para preguntarles cómo obtuvieron los esteroides. Si hay testimonios suficientes de que consiguieron los esteroides con Greg Anderson, podría venirse abajo la afirmación de Barry Bonds de que no sabía que su entrenador personal le suministraba sustancias ilegales.