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Teherán, irán.- Los incentivos ofrecidos a Irán para limitar su programa nuclear contienen “pasos positivos” pero también “ambigüedades”, dijo ayer el negociador nuclear iraní.
Alí Larijani, que habló en la televisión estatal tras recibir las propuestas del director de política exterior de la Unión Europea (UE), el español Javier Solana, consideró el encuentro “constructivo” y afirmó que Irán responderá tras estudiar las propuestas.
Las propuestas, concertadas el viernes por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania, intentan convencer a Irán para que abandone el enriquecimiento de uranio -que puede ser utilizado para la construcción de ojivas nucleares o para combustible para la generación de electricidad-.
La reacción inicial iraní fue relativamente optimista, y no repitió que nunca renunciará a su derecho de enriquecer uranio.
“Las propuestas contienen pasos positivos y también algunas ambigüedades, que deben ser eliminadas”, dijo Larijani.
Larijani no identificó las “ambigüedades”, pero dijo que las analizó con Solana e insistió que serán necesarios más encuentros.
“Esperamos negociar y deliberar nuevamente tras estudiar cuidadosamente las propuestas para obtener un resultado equilibrado y lógico”, dijo Larijani.
“Es un marco de cooperación que requiere pasos cuidadosos desde el principio”, insistió.
Solana, que llegó el lunes por la noche a Teherán, se entrevistó con Larijani durante dos horas en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional, en el centro de la capital iraní.
“El encuentro ha sido muy útil”, dijo posteriormente Solana.
“Tengo la impresión que ha sido muy, muy constructivo”, agregó Javier Solana, e indicó que ambas partes recibirán los próximos días contratos con la propuesta.
Solana dijo anteriormente a los periodistas en Teherán que Occidente desea “una nueva relación” con Irán e insistió que el plan “nos permitirá entablar negociaciones basadas en la confianza y respeto”.
No fueron difundidos los detalles de la propuesta, pero un primer borrador indicó que si Irán acepta abandonar el enriquecimiento de uranio, el mundo le ofrecerá ayuda en la construcción de reactores nucleares, le garantizará el suministro de combustible nuclear y el acceso a los aviones europeos Airbus.