Varias estimaciones dan por sentado que la desaceleración es un fenómeno de largo plazo que producirá índices de crecimiento no mayores a 2.5%. Lo más irónico es que ello se debe a la pérdida de productividad en Estados Unidos, y esa pérdida de productividad se explica por un declive en la fuerza laboral.
UNO
Las cosas de ponen de modo tal que el próximo gobierno confrontará una serie de situaciones irónicas. Primeramente, es un hecho que habrá desaceleración en la economía de Estados Unidos y que ello repercutirá sobre nuestro crecimiento en 2007. El jefe de la unidad de planeación de la hacienda pública, Alejandro Werner, fue enfático durante su intervención en la Convención del Mercado de Valores al admitir que el PIB de México se reducirá a 3.5 por ciento frente al 4.5 por ciento previsto. Ese punto porcentual se traducirá en una reducción significativa de las exportaciones a Estados Unidos, lo cual habrá de impactar a su vez sobre el empleo.
Como bien se señala en una editorial de EL UNIVERSAL eso significa que a duras penas se podrán generar 600 mil empleos en un país que demanda con urgencia por lo menos un millón de empleos anuales con tasas de crecimiento del siete por ciento sólo Vicente Fox, en el delirio de una presidencia que fenece, cree haber cumplido con su misión de hacer que creciera el nivel de vida de los mexicanos. El propio Werner ha admitido que las tasas de crecimiento, la distribución del ingreso y el combate a la pobreza son insatisfactorias.
DOS
No es, ciertamente, un comienzo promisorio para el Gobierno de Felipe Calderón quien además tendrá que aquilatar el impacto del endurecimiento de la política migratoria en Estados Unidos. Y es que cada vez que las condiciones económicas se tornan difíciles en el país vecino los que sirven de chivos expiatorios son los indocumentados.
Si se tratara de una caída coyuntural, de corto plazo, podríamos suponer que más adelante habrá mejoras en la economía estadounidense que nos beneficiarían, sin embargo, varias estimaciones dan por sentado que la desaceleración es un fenómeno de largo plazo que producirá índices de crecimiento no mayores a 2.5 por ciento, los más bajos en más de cien años.
Lo más irónico es que ello se debe a la pérdida de productividad en Estados Unidos, y esa pérdida de productividad se explica por un declive en la fuerza laboral. Así pues, los propios trabajadores mexicanos que ahora son despreciados son parte de la solución, y si la diplomacia calderonista es hábil podría demostrarles a los vecinos que es en beneficio de ellos mismos permitir que los trabajadores mexicanos ingresen a su país bajo un esquema de cuotas fijas.
TRES
Otra ironía consiste en que para hacer frente a las condiciones adversas que impone la desaceleración estadounidense, el gobierno de Calderón no va a tener más remedio que adoptar, en parte al menos, la política económica que proponía AMLO durante la contienda electoral. Y es que al caer las ventas al exterior no quedará más que buscar otras opciones de mercado en Europa o Asia, lo cual representa costos adicionales para las empresas, o bien, habrá que generar condiciones para que aumente la demanda en el mercado interno, lo cual no es posible si antes no se reparte la riqueza de manera más equilibrada.
Para colmo de las ironías, hasta ahora el mercado interno ha mantenido un alto índice de demanda más no por obra de políticas fiscales adecuadas sino por efecto del flujo de remesas de los paisanos que trabajan en Estados Unidos. Si la economía de aquel lado afloja su ritmo es muy probable que bajen los ingresos de nuestros paisanos, lo cual tendrá un efecto adverso sobre sus familias de este lado.
CUATRO
Calderón entonces tiene salidas, aunque dependerán en buen grado de la capacidad negociadora de sus colaboradores hacia el interior y el exterior. Pero si el nuevo presidente se monta en dogmas políticos o pretende obtener resultados inmediatos sin una visión largoplacista, júrelo que vamos a terminar mal. Por lo pronto le digo que hasta ahora ese no parece ser el caso con su Visión 2030 y su disposición manifiesta a ?rebasar por la izquierda?.
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Economista y analista de las
relaciones internacionales.
kerber@itesm.mx
