Agencia Reforma
MILWAUKEE, Estados Unidos.- El congresista republicano, James Sensenbrenner, aseguró ayer que el Gobierno de México exporta gente y se beneficia de las remesas que envían sus emigrantes al tiempo que Estados Unidos paga los costos por mantenerlos.
Previo a lo que será un lunes de protestas de migrantes, el presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes insistió en su propuesta de sellar la frontera, reforzar el control interno y, sólo después, lidiar con los 11 millones de indocumentados.
“Si la situación continúa así seguiremos teniendo escuelas sobrepobladas, un sistema de salud colapsado”, aseguró Sensenbrenner en una junta comunitaria en la biblioteca de Glendale, un suburbio de clase media afuera de Milwaukee.
“Mientras, el Gobierno de México recibe remesas que están ya por encima de sus ingresos por petróleo. Ellos exportan gente y debemos detenerlo”, agregó el legislador de 62 años, ante 50 personas miembros de su distrito legislativo.
Sin embargo, en 2005, el País tuvo de ingresos petroleros 26 mil millones de dólares, y por remesas de mexicanos en el exterior recibió 20 mil millones.
Sensenbrenner, autor de la iniciativa que castigaría hasta con un año de cárcel la presencia ilegal en Estados Unidos (EU), criticó lo que llamó incongruencia de México, al afirmar que la legislación mexicana impone penas más severas a los indocumentados.
Con 28 años como congresista por este distrito de Wisconsin, Sensenbrenner enfrentará en noviembre su reelección número 15 en una de las regiones más republicanas de todo el Oeste Medio, a orillas del Lago Michigan.
“Yo simpatizo con que la gente debe entrar legalmente. Pero lamento que en la reunión el tema fue la migración cuando el tema central es la guerra en Irak”, dijo Ralph McLure, de 73 años, un trabajador social jubilado republicano.
En la reunión, el congresista fue criticado por ser el miembro del Congreso con más dinero en viajes pagados, además de sus inversiones en la industria farmacéutica, pero ningún tema fue tocado tantas veces como su posición sobre la migración.
“(A Sensenbrenner) le tocó un distrito con la parte rica de la sociedad que no se ocupa de los necesitados”, comentó Garrett Kamerling, de 79 años, un pastor presbiteriano quien lo criticó por su iniciativa antimigrante a la que calificó como poco realista.
“La razón por la que la gente está marchando contra mí es porque justo mi Ley contiene duros mecanismos para aplicar las sanciones a empleadores”, explicó el republicano en una de sus respuestas.