Después de cuatro guerras su aislamiento terminó al ser reconocido y establecer relaciones diplomáticas.
EFE
JERUSALÉN.- La historia del Estado de Israel, donde se celebran elecciones parlamentarias hoy martes, es la de un conflicto permanente con el mundo árabe desde su constitución, el 14 de mayo de 1948, tras la Resolución de Partición de Palestina aprobada por la ONU el 29 de noviembre anterior.
Dicha resolución determinaba la creación de dos Estados, uno judío, y otro árabe, al oeste del río Jordán.
Después de cuatro guerras árabe-israelíes (1948, 1956, 1967 y 1973), Egipto, en 1979, Jordania, en 1994, y Mauritania, en 1999, rompieron el aislamiento de Israel al reconocerlo y establecer relaciones diplomáticas plenas.
A esos países les siguieron, a partir de 1995, Marruecos, Túnez y Qatar, que establecieron con Israel relaciones formales de segundo grado.
Sin embargo, la asignatura pendiente del Estado judío sigue siendo la cuestión palestina, cuya resolución se hace cada vez más difícil tras más de quince años de esfuerzos titánicos por parte de la comunidad internacional.
El nueve diciembre de 1987 se inició en los territorios ocupados la primera ?Intifada?, o revuelta popular palestina, que concluyó en 1993 con un coste humano de mil 500 muertos palestinos y 400 israelíes.
PRIMER ACUERDO
Al primer acuerdo de Oslo, negociado en secreto en 1993, siguió la creación de la Autonomía Palestina en Gaza y Jericó (1994), y la extensión del autogobierno a los principales centros urbanos de Cisjordania (1995).
El cuatro de noviembre de 1995, un extremista judío asesinó al primer ministro laborista Isaac Rabin, y Simón Peres se hizo cargo del Gobierno, aunque el proceso de paz quedó herido de muerte.
Una serie de sangrientos atentados en Israel, obra del movimiento islámico Hamas, entre 1994 y 1996, contribuyeron a la llegada al poder en 1996 del derechista Benjamín Netanyahu, opuesto a cualquier negociación con los palestinos, sobre todo en lo tocante al aspecto territorial.
El proceso de paz derivó de obstáculo en obstáculo, y la colonización judía de Cisjordania y Gaza se propagó como la pólvora.
El 28 de septiembre de 2000 comenzó la ?Segunda Intifada?, cuando el líder de la derecha israelí Ariel Sharon visitó la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén Oriental. Esta ?Segunda Intifada? ha provocado la muerte de tres mil 774 palestinos y mil 074 israelíes durante los últimos cinco años.
ASCENSIÓN DE SHARON
El seis de febrero de 2001, Ariel Sharon obtuvo la mayor victoria en la historia política de Israel, al lograr el 62.52 por ciento de los votos, frente al candidato laborista, que no era otro que el propio Ehud Barak, quien consiguió un 37.5.
Tras aceptar con más de un centenar de reservas el plan de paz del Cuarteto de Madrid, el ?Mapa de Ruta?, Sharon ideó en 2003 un plan alternativo y unilateral consistente en la evacuación de los asentamientos judíos en la franja de Gaza y la retirada del norte de Cisjordania, el denominado Plan de Desconexión. A la sazón, en noviembre de 2004 fallecía Arafat en un hospital militar de París.
El Plan de Desconexión se puso finalmente en marcha el 15 de agosto de 2005, cuando se evacuaron los 21 asentamientos judíos de Gaza y cuatro más en el norte de Cisjordania, y finalizó el 12 de septiembre, tras una ocupación de más de 38 años.
El cuatro de enero de 2006 Sharon sufrió un derrame cerebral masivo que le provocó un coma profundo. Las relaciones entre israelíes y palestinos volvieron a estancarse tras la llegada al poder del grupo extremista Hamas en las elecciones legislativas palestinas del 25 de enero.
Kadima se perfila como favorito
El partido Kadima, tras provocar un terremoto político en Israel cuando se fundó en noviembre pasado, se perfila como favorito para ganar las elecciones israelíes de hoy martes, aunque muy probablemente deberá pactar con alguna de las otras treinta y un fuerzas que se presentan a los comicios para formar Gobierno.
El partido Kadima se presenta con un programa basado en la necesidad de fijar las fronteras de Israel, aun de forma unilateral, una opción que, según las encuestas, goza de un fuerte apoyo popular.
?Muchos israelíes han llegado a la conclusión de que necesitan separarse de los palestinos, por razones de seguridad y demográficas, y han perdido la esperanza en las negociaciones, con lo que ven la salvación en la desconexión unilateral que propone Kadima?, explica el profesor Shmuel Sandler, de la universidad israelí de Bar-Ilan.
La creación de Kadima ha supuesto un duro golpe para el partido Likud, con la marcha de políticos de primera línea como el primer ministro en funciones, Ehud Olmert; la titular de Exteriores, Tzipi Livni, y el de Defensa, Shaul Mofaz.