El Universal-AEE
GUANAJUATO, GTO.- Con el hábito puesto, la actriz Jacqueline Bracamontes luce irreconocible; confiesa tener un flashback de su vida: ?A los 12 años les dije en mi casa que quería ser consagrada. Mi papá me respondió: ?te voy a apoyar en lo que decidas, pero no ahorita?.
?A los 18 años te voy a hacer la misma pregunta de qué quieres ser y si quieres ser religiosa te voy ha apoyar?. A los 18 ya no me preguntó?, dice entre risas.
Su carrera dentro de la actuación le permite cumplir una parte de ese deseo al interpretar a la hermana Lucía en la cinta Cuando las Cosas Suceden, de Antonio Peláez, su debut en pantalla grande. Morelia y Guanajuato han servido como marco para esta historia creada y producida por tapatíos, protagonizada por Alejandro Tomassi en el papel de Sebastián Serratos, un director de orquesta y la joven actriz Marcela Guirado (Fantasías, 2004), que encarna a María Serratos, quien ayuda a su padre a sacar adelante a su familia después de una tragedia.
Bracamontes interpreta un papel que no aparece en toda la película, ?pero marca la historia y te deja muchas cosas positivas?, subraya la actriz antes de protagonizar uno de los momentos más espectaculares de la filmación, el descenso de un helicóptero en pleno centro de Guanajuato.
Cuando las cosas suceden es un relato que mezcla drama, acción y comedia. Fue escrito por Antonio Peláez, quien da rienda a su imaginación con persecuciones de coches y motos, presencia de helicópteros y explosiones, pero que tenía la intención de hacer una película para entretener, ?transmitir valores?, lo que motivó que Bracamontes aceptara participar.
?Ha sido toda una experiencia desde que me dieron el guión, después cuando me dijeron que haría a una monja y no me dejaron usar maquillaje. Me siento rara, porque por la vida no ando sin maquillaje?, comenta la actriz, quien ha encontrado una manera de quitarse del papel de bonita.
?Eso me encanta, porque no hay que encasillarse en algo. La hermana Lucía dirige su coro de niños en un orfanato y se ve en situaciones cómicas, de repente aparece en una cantina en medio de una pelea, también da lecciones de vida? y será la encargada de hacer reflexionar al protagonista sobre sus decisiones.
Antonio Peláez regresa al cine 17 años después de su primer largometraje Crystalstone (1989), realizado en Estados Unidos.
Después de seis años de vivir en Los Ángeles, decidió dedicarse a su familia y trabajar en diversos proyectos para empresas privadas, pero la aventura de contar una historia lo devolvió a la silla de director.
?Me di cuenta que lo mío es el entretenimiento, aunque tenía miedo de tomar la responsabilidad de hacer cine, pero quise ofrecer otra opción que quiere competir con el cine extranjero en este tipo de películas? y con esa idea, diseñó un relato con escenas de acción que se llevarán una buena parte de los 18 millones de pesos que tiene como presupuesto.
?Nuestro objetivo es contar una historia que trata de hacer reflexionar a la gente sobre cómo la vida te enfrenta a situaciones adversas y sus consecuencias pueden llevarte a algo bueno?, señala el director, quien encabeza la producción que terminará de rodarse en dos semanas en las calles de Guanajuato y espera estrenarse antes de finalizar el año.