EFE
LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- Jake Gyllenhaal siente que ha madurado como actor, algo que debe por igual a las películas Brokeback Mountain y Jarhead, aunque sólo la primera le ha dado una candidatura al Oscar.
"Ya no me siento un chaval ni lo quiero ser", aclara en una entrevista el intérprete de 25 años, a quien la revista People incluyó entre los 50 solteros más "calientes".
"Mis dos últimas películas me han hecho crecer, me han hecho sentir que quiero tener responsabilidades y una carrera de filmes con alma y sentimientos que me hagan mejorar", resume.
De momento, lo que tiene es una cita con el Oscar el próximo domingo, ya que compite en la categoría de mejor actor secundario por su papel como Jack Twist en Brokeback Mountain, un nuevo giro al género del oeste que narra la historia de amor entre dos vaqueros.
Y el siete de marzo saldrá a la venta en DVD su otro gran estreno de 2005 como protagonista, el drama sobre la primera Guerra del Golfo Jarhead.
Aunque la Academia prefirió su trabajo en Brokeback Mountain sobre el de Jarhead, a los ojos de Gyllenhaal ambas películas tienen el mismo peso.
"Y eso es lo mejor de ser candidato, que es un reconocimiento tan especial que te hace sentir que todas tus películas van contigo", comenta este californiano que amenaza con llevarse una copia del DVD de "Jarhead" en la mano "para hacer propaganda sobre la alfombra roja".
Gyllenhaal ha madurado como actor y como persona, pero no ha cambiado desde su debut a los 11 años junto a Billy Crystal en City Slickers o con su primer papel de protagonista en October Sky a los 19.
Según afirma el hijo del director Stephen Gyllenhaal y la escritora Naomi Foner, lo que no quiere es ser algo que no es, un síndrome demasiado común en Hollywood.
Prefiere tomar ejemplo de aquellos que admira como el mexicano Anthony Quinn, el estadounidense Sean Penn o el irlandés Bono.
Y, sobre todo, querría ser como Dustin Hoffman, un actor con quien trabajó en Moonlight Mile y que le considera su hijo; o como Paul Newman, el hombre que le enseñó a conducir.
"Eso es lo que me han enseñado mis últimos trabajos, a admirar abiertamente a los hombres de los que tanto he aprendido", agrega.
Esta es la primera candidatura al Oscar de Gyllenhaal, pero el actor ya cuenta con experiencia en esto de los premios desde esa noche en vela que se pasó en los Globos de Oro de 1989, cuando su madre aspiraba al galardón por Running on Empty, y ganó.
Tenía nueve años y por toda compañía una almohada con la que pagó sus nervios esa noche; poco más tarde siguió en televisión la candidatura al Oscar de su madre.
Tras la derrota, no quiso volver a saber más de la almohada.
Muy discreto en lo referente a su vida personal tras su ruptura de la también actriz Kirsten Dunst, no suelta prenda sobre quién será su pareja en la alfombra roja, aunque probablemente sea su hermana Maggie.
Tampoco tiene un discurso preparado, pero gane o no gane, su madre tiene un regalo asegurado: la camiseta del Oscar con la que le obsequiaron en el banquete a los candidatos.
Con o sin Oscar, Gyllenhaal se siente ganador.
"El rodaje de ?Jarhead? me enseñó a saber cómo estar presente en una película y a liberarme de la típica estructura", afirma el intérprete de esta polémica cinta de Sam Mendes.
En el caso de Brokeback Mountain, la película le enseñó a confiar en su compañero de reparto Heath Ledger lo suficiente como para "arriesgarlo todo".
Un riesgo que les ha dado a ambos una candidatura al Oscar además de unirles como familia con la pequeña Matilda, hija de Ledger y la también actriz Michelle Williams, de la que Gyllenhaal es padrino.
"Como cualquier actor, lo único que hago es buscar trabajo, pero este último año ha sido de una riqueza embarazosa", reconoce.
Sin esperar a conocer el resultado del próximo domingo, Gyllenhaal ya tiene otro próximo estreno en el bolsillo.
Se trata de Zodiac, un thriller de David Fincher en el que interpreta a un periodista que persigue a un psicópata.
NOTA REL
Jennifer López se apunta a la celebración
El plantel de bellezas hispanas en la nueva edición de los Oscar aumentó hoy con el anuncio de que Jennifer López se suma a la lista de presentadores de la ceremonia.
El productor de la gala de mayor audiencia de Hollywood, Gil Cates, confirmó hoy que la actriz y cantante de origen puertorriqueño hará su aparición en el escenario del teatro Kodak de Los Ángeles el próximo domingo, además de desfilar por la "alfombra roja".
Junto a la protagonista de Monster-in-Law y Maid in Manhattan, la 78 edición de los Oscar, que se celebra el próximo cinco de marzo, también contará como presentadoras con la mexicana Salma Hayek y la estadounidense de origen hispano Jessica Alba.
Otros que aparecerán en el escenario son Hilary Swank, Jamie Foxx, Morgan Freeman, o los hermanos Owen Wilson y Luke Wilson.
En la larga lista de presentadores se incluye también los nombres de Jennifer Aniston, Tom Hanks, Sandra Bullock, Keanu Reeves, Will Ferrell, Queen Latifah, Clint Eastwood, Meryl Streep, Will Smith, Steve Carell, Nicole Kidman, Chris "Ludacris" Bridges, Uma Thurman, Naomi Watts y Lily Tomlin.
Además pasarán por el escenario los candidatos a premios Oscar este año Terrence Howard, Charlize Theron, Reese Witherspoon y George Clooney.
Todos ellos colaboraran con el maestro de ceremonia de esta velada, el humorista Jon Stewart, conocido por su trabajo al frente del falso informativo The Daily Show.