“Yo soy yo y mi circunstancia”.
José Ortega y Gasset
Hermosillo, Sonora.- Manuel Espino, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, voló sorpresivamente a Hermosillo este viernes 31 de marzo. Ahí anunció la cancelación de la convención de delegados que habría de llevarse a cabo este domingo dos de abril y que tenía como responsabilidad principal la postulación del candidato del PAN a la presidencia municipal. El candidato, dijo, sería designado desde el Distrito Federal.
De esta manera el dirigente nacional de Acción Nacional pretendió poner fin a un conflicto en el interior del partido municipal, pero lo único que logró fue enconar más a los panistas en uno de los municipios más fuertemente pintados de azul de todo el país.
A pesar del triunfo del priista Eduardo Bours en las elecciones al Gobierno de Sonora hace tres años, la panista María Dolores del Río se convirtió en una de las pocas mujeres en obtener el triunfo en una elección a un cargo del Poder Ejecutivo en el país al ser electa presidenta municipal de Hermosillo. El panismo, de hecho, no ha hecho sino fortalecerse en el municipio desde entonces. Los panistas locales sostienen que no hay localidad en el país en que Felipe Calderón tenga una ventaja más sólida sobre Andrés Manuel López Obrador y Roberto Madrazo.
Esa ventaja, sin embargo, está ahora en riesgo por la disputa entre los panistas de Hermosillo. Dos fuertes aspirantes han estado buscando la candidatura del partido para suceder a la alcaldesa Del Río. Uno de ellos, Javier Gándara Magaña, ha sido ya candidato en varias ocasiones a la presidencia municipal; aunque nunca ha logrado el triunfo, es ampliamente conocido entre la población por la difusión que ha tenido en sus campañas. El otro, Rodolfo Flores Hurtado, viene de la Administración municipal y es menos conocido entre la población en general, pero cuenta con un respaldo más sólido entre los panistas de Hermosillo.
Gándara Magaña ha defendido la posición de que la candidatura debía definirse por una encuesta de opinión.
Este método le habría dado seguramente el triunfo debido a su mayor reconocimiento entre los hermosillenses. Flores Hurtado, por otra parte, ha promovido la elección del candidato en una convención de delegados ya que este método lo haría casi sin duda el candidato.
El comité ejecutivo municipal del PAN tomó la decisión de seguir las tradiciones del partido y optar por la convención de delegados. Ésta se programó para ayer domingo dos de abril. La decisión empujó al retiro de Gándara Mangaña de la contienda. Por un momento pareció que la postulación de Flores Hurtado estaba asegurada.
Ahí vino, sin embargo, la intervención del presidente nacional del partido Manuel Espino. Éste viajó de manera intempestiva a Hermosillo, se reunió con los dirigentes municipales y ordenó la cancelación de la convención de delegados. La designación del candidato, dijo, no la harían ya los hermosillenses sino directamente el comité ejecutivo nacional desde el Distrito Federal.
Flores Hurtado ha anunciado que recurrirá a los tribunales electorales para protestar el procedimiento.
Esta intervención ha dejado un muy mal sabor de boca a los panistas locales que cuestionan que el candidato sea designado por “dedazo” desde la ciudad de México. “De qué sirve quejarse del centralismo del sistema político, de que todas las decisiones vengan del centro, si nosotros los panistas estamos haciendo lo mismo,” me dice uno de ellos. El PAN está recurriendo a los procedimientos del viejo PRI.
Parecería que la designación de un candidato a una presidencia municipal en un municipio de apenas 700 mil habitantes no tendría repercusiones nacionales. Pero en este año de elecciones presidenciales no es así. Hermosillo, como lo afirman los panistas locales, es quizá el municipio en el país en que Acción Nacional tiene más fuerza. Si Felipe Calderón quiere ganar la elección presidencial, necesita contrarrestar la fuerte popularidad de López Obrador en la Ciudad de México. Y para eso debe conquistar por amplia mayoría todas las capitales del norte del país que son los principales bastiones del panismo.
No sé cuál vaya a ser la decisión final de Espino o del comité ejecutivo nacional del PAN. Me queda claro que si optan por desoír la posición de los panistas locales, estarán desmotivando la participación de muchos de ellos en el esfuerzo electoral de Calderón.
No hay nada peor para los panistas tan celosos de su independencia, especialmente en el norte de la República, que sentir que las decisiones que les corresponden son tomadas desde el Distrito Federal por políticos ajenos a su región y a sus circunstancias. El PAN debe tener cuidado, no sea que terminen debilitados en una de sus plazas fuertes.
AEROLÍNEAS
Empiezan a proliferar las aerolíneas de bajo costo, pero una de las tradicionales, Aerocalifornia, ha sido suspendida por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes por no cumplir con los criterios de seguridad. Ésta debe ser la labor de la autoridad: garantizar la seguridad de los pasajeros. En cambio, debe ser la competencia la que determine qué aerolíneas sobrevivirán en estos nuevos tiempos. Y queda claro que no serán todas.
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