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Jaque Mate| Contratos

Sergio Sarmiento

?Yo deseo ser cremado. Y diez por ciento de mis cenizas se le deben dar a mi agente, como lo establece mi contrato?. Groucho Marx

Una de las causas de la pobreza de nuestro país es la falta de respeto a los contratos. Al contrario de lo que ocurre en los países más avanzados, los contratos en México muchas veces no valen ni siquiera el papel en el que se asientan. Mucha gente que firma contratos en México, de hecho, lo hace con la idea de que puede violarlos cuando quiera debido a la impunidad que tradicionalmente ha habido en su cumplimiento y aplicación. Pero cada violación a un contrato se convierte en un obstáculo para la inversión y para la realización de transacciones comerciales en nuestro país.

Las excusas nunca han faltado para la violación de contratos en México. Explicaciones como ?Me equivoqué de socio?, ?No me di cuenta de lo que decía la letra chiquita? o ?El acuerdo ya no me convenía? son usuales cuando se quiere evitar el cumplimiento de un contrato. Lo peor de todo es que muchas veces los medios de comunicación y los políticos se unen a los esfuerzos de quienes quieren evitar cumplir con sus contratos.

Hay la idea en el ?círculo rojo? de nuestro país que los contratos son un arma de los poderosos, por lo que la justicia debe desentenderse de ellos y darle siempre la razón al ?débil?. La verdad, sin embargo, es que la impunidad en la violación de los contratos es uno de los factores que más le restan competitividad a la economía mexicana.

Cuando hay una violación de un contrato en México, aun en los casos en que es abierta, la justicia mexicana es lenta y burocrática.

Según un estudio del Banco Mundial de 2005, en México se requieren 37 procedimientos legales y 415 días de espera para lograr el cumplimiento de una obligación contractual violada. El costo de los abogados asciende en promedio al 20 por ciento del valor de la deuda (que no incluye cargos ?extrajudiciales?).

Si bien la situación varía en otros países, en Estados Unidos, nuestro principal socio comercial, los procedimientos son 17 y el tiempo promedio de 300 días, en tanto que el costo legal, tanto de abogados como de tribunales, es de menos del ocho por ciento del valor de la deuda. En Corea del Sur, uno de nuestros principales competidores en los mercados internacionales, los procedimientos son 29, el número de días de espera 230 y el costo legal de apenas 5.5 por ciento. En Australia se requieren solamente 19 procedimientos y 181 días, con costos legales de 12.8 por ciento de la deuda.

Estos costos y tiempos nos vuelven menos competitivos como país. En México hay menos certeza cuando se firma un contrato de la que se tiene en Canadá, Estados Unidos, Corea del Sur y otros países del mundo. Esto hace que mucha gente en nuestro país trate de hacer negocios sólo con parientes o conocidos de confianza. Cuando se hacen contratos en México, por otra parte, es usual que los contratantes deban tomar medidas de protección -por ejemplo, la contratación de seguros? que resultarían innecesarias en otros países. Esto, sin embargo, tiene un costo adicional y golpea la competitividad de nuestro país.

Las cifras que registra el Banco Mundial, por otra parte, son las que se refieren a las empresas, las cuales tienen la opción de recurrir a abogados y al sistema judicial. Son las personas de menos recursos las que terminan pagando el mayor costo del incumplimiento de contratos. Es muy común en nuestro país, por ejemplo, que los inquilinos permanezcan en una casa o apartamento durante años sin pagar alquiler a sabiendas de que el proceso para desahuciarlos es prolongado y costoso. En otros países el lanzamiento de un inquilino que no paga se lleva unos cuantos meses. En México los engorrosos procedimientos que se han establecido para el desahucio se han presentado como un beneficio para los más pobres, pero terminan sirviendo nada más a un pequeño grupo de vivales, que hacen una forma de vida de ocupar viviendas cuyo alquiler no pagan. Esta situación inhibe la inversión en vivienda de alquiler, que es tan necesaria para quienes no tienen recursos para adquirir una casa o apartamento propios.

Es importante que los mexicanos nos demos cuenta de la importancia que tiene el cumplimiento de los contratos. Cada vez que algún artículo de periódico defiende a alguien que ha violado un contrato, tenemos que preguntarnos si realmente queremos vivir en un país en que la falta de contratos genera costos más altos para la realización de cualquier actividad económica.

Evidentemente un real Estado de Derecho nos obligará a ser más cuidadosos cuando escojamos a nuestros socios o cuando leamos la letra chiquita de los documentos que firmemos. Pero lo que no podemos hacer es seguir pretendiendo que no hay ningún problema en que cada persona viole los contratos que firma porque ya no le convienen.

PELELES Y TRAIDORES

En sus presentaciones de campaña en Tabasco, en apoyo a la candidatura de Raúl Ojeda, Andrés Manuel López Obrador no deja de referirse al presidente Vicente Fox como ?traidor a la democracia? y al presidente electo Felipe Calderón como ?pelele?. Los comentaristas en los medios de comunicación parecen considerar esto como algo normal. Si Fox o Calderón se refirieran a López Obrador con calificativos similares, seguramente habría un estallido de protestas por parte de los comentaristas, que piensan, por alguna extraña razón, que la intolerancia sólo debe permitirse cuando surge de la izquierda.

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