?La manera más fácil de terminar una guerra es perderla?.George Orwell
Si uno va a entrar a una guerra, hay que hacerlo con la intención de ganarla. Si no, mejor ni mandar la tropa.
Este jueves pasado, en la batalla del Día de Muertos en Oaxaca, vimos a una Policía Federal Preventiva que resistía valerosamente una lluvia de piedras, cohetones y petardos de los activistas de la APPO con instrucciones de no responder más que con cápsulas de gas lacrimógeno.
Después de siete horas de batalla, en la que una decena de policías fueron heridos, así como varios reporteros, los efectivos de la PFP emprendieron la retirada sin haber cumplido su cometido: retirar una barricada en la glorieta de Cinco Señores en la Avenida Universidad de Oaxaca.
De hecho, este viernes pasado la APPO comenzó a romper el pavimento en ese lugar y a cavar una zanja para asegurar que efectivamente se siga impidiendo la circulación en ese cruce.
Los dirigentes de la APPO festejaron la victoria sobre los agentes de la PFP. Han demostrado que pueden derrotar a la Policía Federal e impedir que ésta retire sus barricadas.
No hay duda, por supuesto, de que si la PFP realmente usara la fuerza que tiene a su disposición liberaría toda la ciudad de Oaxaca en unas cuantas horas. Los petardos, cohetones con clavos, piedras y bombas molotov de la APPO son eficaces en contra de un contingente policial que se limita a sí mismo en el uso de la fuerza, pero no contra una Policía que usa todos los recursos a su alcance para cumplir con su misión.
A pesar de la derrota en la batalla de Cinco Señores, en el momento en que escribo este artículo la PFP ha logrado arrebatar a la APPO el control de la mayor parte de la ciudad de Oaxaca. El tránsito se ha reanudado por doquier excepto en el cruce de Cinco Señores. La APPO se ha refugiado en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca en parte porque ha recibido la protección del rector Francisco Martínez Neri. La ?autonomía? o extraterritorialidad de la universidad se extiende ahora, al parecer, a la avenida Universidad que se encuentra fuera del campus.
Pero no hay duda que las cosas van a empeorar. La APPO mantiene el control sobre Radio Universidad, que se ha convertido en un medio de gran eficacia para coordinar el apoyo de sus simpatizantes y para azuzarlos en contra de la PFP (ante su éxito en esta función, un grupo radical ha tomado ya Radio Universidad de la Universidad Autónoma de Guerrero para promover un movimiento similar al de Oaxaca en contra del gobernador perredista de Guerrero, Zeferino Torreblanca). Las emisoras privadas de radio en Oaxaca se han mantenido apagadas, seguramente para evitar que vuelvan a ser tomadas por la APPO.
La APPO, mientras tanto, se está fortaleciendo. Su lucha le ha generado el entusiasmo de muchos grupos de la sociedad oaxaqueña que se oponen al gobernador priista Ulises Ruiz. El PRD nacional, cuyo respaldo a la APPO había sido discreto hasta hace unos días, ha decidido impulsar abiertamente a esa organización. Ha mandado para ello a Oaxaca a Fernando Belaunzarán, viejo miembro del CGH de la Universidad Nacional, quien coordinará los esfuerzos perredistas para respaldar la insurrección. La APPO está recibiendo también el apoyo de muchos otros grupos radicales, desde los Panchos Villas y el CGH de la UNAM hasta los activistas de San Salvador Atenco, el EZLN y el EPR y el ERPI. El propio ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador está apoyando la lucha de la APPO porque la caída de Ulises Ruiz podría ser un útil precedente para preparar la caída de Felipe Calderón.
Los priistas de la vieja escuela en Oaxaca, mientras tanto, preparan sus fuerzas. Ellos han sido responsables de varios de los homicidios de miembros de la APPO registrados en los últimos meses. Y hoy están mandando el mensaje de que responderán con violencia a la violencia de la APPO y el PRD.
La PFP permanece en Oaxaca como una fuerza que busca defender los derechos de los ciudadanos ante el enfrentamiento de las Fuerzas políticas. Pero su posición se irá debilitando con el tiempo. Hasta este momento ninguno de los policías federales ha muerto a pesar de la violencia dirigida en su contra por los miembros de la APPO. Pero no se puede seguir mandando a la guerra a los apenas cuatro mil efectivos de la PFP que se encuentran en Oaxaca sin darles los instrumentos para defender y cumplir su cometido.
En los últimos días los miembros de la APPO han festejado su triunfo en la batalla de Cinco Señores del Día de Muertos. La victoria es siempre embriagante y a los appos los ha convencido de que pueden prevalecer sobre la PFP. Los comandantes de esta organización tendrán así que tomar una decisión muy pronto: o dan a su tropa los instrumentos para cumplir con su trabajo o mejor la retiran de Oaxaca y dejan que priistas y perredistas definan sus diferencias a balazos.
BRAD WILL
La muerte del estadounidense Bradley Will, quien hoy sabemos era un activista que apoyaba a la APPO más que un periodista, fue el factor que aparentemente obligó al Gobierno Federal a enviar a la PFP a Oaxaca. El lector Jorge Rojas, sin embargo, se pregunta: ?¿Por qué lo desvistieron [los miembros de la APPO]? ¿En dónde quedó la ropa? ¿Cuántas veces se ha visto que no médicos desvistan completamente a algún herido para darle auxilio?? En opinión de este lector, Will fue desvestido por los miembros de la APPO para ocultar que los disparos habían sido hechos a quemarropa por sus propios compañeros.