“El principal valor del
dinero radica en el hecho
de que vivimos en un mundo en que se le sobreestima”.
H.L. Mencken
El peso mexicano se ha venido fortaleciendo de manera significativa a lo largo de los últimos meses. Este viernes pasado se cotizaba a 10.50 pesos al mayoreo. En el último año ha ganado aproximadamente un seis por ciento. Una de las consecuencias ya automáticas de los momentos de fortaleza del peso es la exigencia de los industriales exportadores de que se elimine la sobrevaluación de nuestra divisa la cual, afirman, hace difícil la exportación y la creación de empleos en nuestro país.
No sorprende que los exportadores busquen una devaluación del peso. Ésta reduciría en automático sus costos y aumentaría sus utilidades sin hacer ningún esfuerzo adicional.
Los exportadores no hacen más que defender sus intereses. Pero la pregunta que debemos hacernos es: ¿realmente está sobrevaluado el peso mexicano? Los estudios de paridad de poder de compra no sólo no indican eso sino que sugieren, por el contrario, que el peso mexicano está subvaluado frente al dólar de Estados Unidos y las divisas europeas. Estos estudios tratan de comparar lo que cuesta comprar una canasta igual de bienes en distintos países para definir la sobrevaluación o subvaluación de una moneda.
El problema es encontrar un grupo de productos que sean realmente equivalentes en países diferentes. El semanario británico The Economist propuso hace años un índice en que la canasta de bienes estaba compuesta por los ingredientes de una hamburguesa Big Mac. Esta propuesta estaba hecha con sentido del humor, por supuesto, pero también como consecuencia del hecho que la empresa MacDonald’s se precia de que los ingredientes de ese producto son exactamente iguales en todos los lugares del mundo en que se fabrica.
Así, aunque los economistas entienden que el índice Big Mac es un indicador de broma, reconocen también que resulta muchas veces más preciso que los índices académicos que se hacen con canastas de productos desiguales.
Este mes de enero el índice Big Mac muestra que la divisa más sobrevaluada del mundo es el franco suizo, el cual tiene un exceso de valor de 58 por ciento frente al dólar de Estados Unidos. El euro, que utiliza la mayoría de los países de la Unión Europea, alcanza una sobrevaluación del diez por ciento. La libra esterlina del Reino Unido registra un exceso de apenas cinco por ciento.
Subvaluadas frente al dólar, aunque por poco margen, están las divisas de Canadá, Chile y Brasil, entre otras. El peso mexicano muestra, según este índice Big Mac, una subvaluación significativa de 17 por ciento. El problema, por supuesto, es que nuestros rivales directos en las manufacturas no es Estados Unidos ni los países de Europa. Estamos compitiendo contra una serie de naciones asiáticas que tienen niveles muy altos de subvaluación frente al dólar en comparación con el nuestro.
Corea del Sur es el país más cercano a México, ya que tiene una subvaluación de 20 por ciento. Japón registra un 30 por ciento y Rusia 48 por ciento. Argentina, Hong Kong, Indonesia, Tailandia y Malasia tienen registros de 50 por ciento o más. Según el índice Big Mac, la subvaluación de la divisa china frente al dólar es de 59 por ciento.
Esto explica en buena medida el desplazamiento que los exportadores chinos han hecho de los productos mexicanos en Estados Unidos. Una de las razones por las que China puede tener una subvaluación tan acentuada es por el control que mantiene sobre el mercado cambiario. Otra, es el carácter autoritario de su régimen.
La subvaluación de una moneda castiga el poder de compra de los salarios con el fin de favorecer a los exportadores. Esta política ha generado fuertes protestas sociales en México cuando se ha llevado a cabo. En China, sin embargo, el férreo control del Gobierno sobre la población impide las protestas.
México, por supuesto, no puede tratar de competir con China sobre la base de una mayor subvaluación del peso. Nunca habrá castigo suficiente que le podamos imponer al poder de compra de nuestros trabajadores que nos permita competir con China.
Debemos más bien volver la vista a países como los de Europa, que a pesar de tener altos índices de sobrevaluación mantienen posiciones comerciales favorables debido a la alta eficiencia de sus economías.
Ahí está el caso de Suiza. A pesar de tener la divisa más sobrevaluada del mundo, por lo menos en términos del índice Big Mac, cuenta con el mayor superávit de cuenta corriente de las principales naciones del mundo: 13 por ciento de su Producto Interno Bruto. No es indispensable castigar el poder de compra de los salarios a través de una subvaluacion de la moneda para tener un buen resultado en las cuentas externas. El mismo efecto se puede lograr más sanamente mejorando la competitividad de la economía.
MIEDO POR IRÁN
El índice Dow Jones de Nueva York y el Nasdaq de alta tecnología tuvieron el viernes sus caídas más acentuadas del año. El precio internacional del petróleo, a su vez, alcanzó el nivel más alto de 2006. Los inversionistas están nerviosos por un posible conflicto en Irán, el cual sería más duro y complejo que el que vivió Irak. Correo electrónico:
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