EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Jaque Mate| Lo mejor, lo peor

Sergio Sarmiento

?Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos?. Charles Dickens

Para Vicente Fox fue el mejor de los tiempos: el año con mayor crecimiento económico en el sexenio. No alcanzamos ese siete por ciento que tanto prometió y que se mantuvo siempre lejano, pero cuando menos llegamos a un respetable 4.6 por ciento, según las cifras preliminares que tenemos hasta este momento.

Fue también el mejor año del sexenio en materia de creación de empleos formales. Por primera vez logramos esa mítica cifra del millón de empleos en un año. Se crearon en el país, para ser exactos, un millón 37 mil 845 empleos registrados en el Seguro Social entre el 31 de enero de 2005 y el 30 de noviembre de 2006, última fecha para la que tenemos información, aun cuando la mitad fue de permanentes y la mitad temporales.

Fue también, sin embargo, el peor de los tiempos. Durante la campaña electoral el ex presidente Fox utilizó todos los medios a su alcance para promover la visión de país de su partido y para cuestionar al candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador. Los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no consideraron que la falta fuera suficiente para decretar la anulación de la elección, especialmente por el hecho de que la Ley no considera esa posible anulación, pero manifestaron abiertamente en su fallo que el mandatario había actuado de forma indebida. Con esta actitud el presidente Fox ayudó a ensuciar la elección y a dificultar la labor de su sucesor, Felipe Calderón.

Fue el mejor de los tiempos para Andrés Manuel López Obrador. Hace mucho tiempo que la izquierda de nuestro país no contaba con un líder que pudiera ir más allá del voto duro y que convenciera de las bondades de sus propuestas a un pueblo mayoritariamente pobre. Nunca antes pareció tan cercano el triunfo de la izquierda en una elección presidencial.

Pero fue también el peor de los tiempos. López Obrador se dejó ganar por la soberbia: se sintió presidente antes de tiempo; pensó que podía dejar de presentarse en los debates entre candidatos y que podía obtener de los electores el mismo regocijo y aprobación que conseguía de la izquierda dura cuando llamaba ?chachalaca? al presidente de la República. Cuando las encuestas empezaron a señalar que su ventaja de diez puntos porcentuales declinaba, prefirió suponer que todas estaban manipuladas. Nunca tomó, por lo tanto, medidas para detener esa caída y al final perdió la Presidencia por el más estrecho margen registrado en una elección mexicana. Al final del año, después de las movilizaciones y bloqueos posteriores a la elección, López Obrador se convirtió en una figura rechazada y a menudo en objeto de burla.

Fue el mejor de los tiempos para el PRD. Nunca antes el partido había conseguido tanto apoyo de los ciudadanos ni nunca había tenido tanto dinero. Nunca antes sus propuestas se discutieron con tanta seriedad en el Congreso y tuvieron tantas posibilidades de ser aprobadas.

Pero fue también el peor de los tiempos. El movimiento de López Obrador hizo que se desplomara la popularidad del partido. La elección de Chiapas, que ya tenía en la bolsa, la ganó por un margen infinitesimal. La de Tabasco, que también encabezaba, la perdió por diez puntos porcentuales. La imagen del PRD intolerante y agresivo, que tanto había luchado el partido por desterrar en los últimos años, renació con más fuerza que nunca.

Fue el mejor de los tiempos para los líderes de la APPO en Oaxaca. Se convirtieron en invitados asiduos de los medios más importantes de comunicación y recibieron más dinero que nunca: del PRD y de Organizaciones No Gubernamentales extranjeras.

Pero fue el peor de los tiempos para Oaxaca, ciudad que vivió agobiada la mayor parte del año y que vio desplomarse su economía debido a las movilizaciones primero de la Sección 22 del SNTE y después de la APPO.

Para Felipe Calderón, sin duda, fue el mejor de los tiempos. En 2005, cuando registraba apenas tres por ciento en las intenciones del voto, nadie se imaginaba que tuviera siquiera un futuro en la política. Hoy ha cumplido su sueño de convertirse en presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.

Pero para Felipe bien puede ser el inicio del peor de los tiempos. Gobernar México es una tarea que se antoja imposible incluso en las mejores circunstancias, pero Calderón recibió la Presidencia con cuestionamientos a su legitimidad por parte del PRD, una rebelión en Oaxaca y una violenta guerra del narco en muchos lugares del país. Ahora necesita no sólo superar estos retos sino empezar las reformas que permitirían una mayor prosperidad, pero que son rechazadas por los grupos de interés más poderosos de nuestro país.

PERSONAJE DEL AÑO

La revista estadounidense Time, que tradicionalmente ha publicado en su portada al concluir diciembre la portada del hombre o la mujer del año, decidió en esta ocasión dar ese reconocimiento a ?Usted?. La idea es que hoy los seres humanos comunes y corrientes, a través del poder que nos da el Internet, podemos cambiar la economía y la política como antes no podíamos. Pero quizá la razón real de esta decisión editorial sea otra. En la encuesta que usualmente lleva a cabo la revista para determinar quién es el personaje del año, el triunfo por amplio margen lo obtuvo el presidente venezolano Hugo Chávez. Es muy probable que los editores de esta venerable revista estadounidense no hayan querido engalanar su portada con el rostro de este peculiar político sudamericano.

Leer más de EDITORIAL / Siglo plus

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 253126

elsiglo.mx