“Si no los puedes convencer, confúndelos”.
Harry Truman
Todas las encuestas serias señalan a Felipe Calderón como ganador del primer debate entre los candidatos a la Presidencia de la República. Pero tengamos cuidado. Las encuestas telefónicas, que son las únicas que se han podido levantar hasta este momento, recaban solamente la opinión de quienes tienen línea telefónica. Y éstos siguen siendo una minoría en nuestro país, una minoría que, a propósito, tiende a ser panista.
Coincido, de cualquier manera, con la impresión de muchos de que Calderón se mostró más tranquilo y propositivo que los dos Robertos. Las reiteradas acusaciones de Madrazo las hizo a un lado sin prestarles demasiada atención, incluso con algún toque de humor. Por otra parte, Calderón aprovechó el debate para presentar ante el gran público su propuesta de una tasa única del Impuesto Sobre la Renta, que puede ser la más audaz de todas las ideas de reforma que se han hecho en esta campaña.
Creo que Patricia Mercado fue quien mejor habló. Supo entender que en televisión y en radio hay que hablar de manera natural y no en el tradicional discurso de los políticos. Detrás del tono de conversación, sin embargo, no ofreció muchas propuestas concretas. La defensa del aborto y de los matrimonios entre homosexuales puede haberle costado algunos votos, pero la fortalece entre los electores liberales que Alternativa quiere alcanzar.
Roberto Campa fue, a mi juicio, el peor candidato. Su permanente rostro de enfado no lo hacía verse serio sino intolerante. En vez de hablar, gritaba. Los constantes ataques contra Madrazo no lo mostraban valiente sino grosero. La pose, con el cuerpo en tres cuartos y el rostro frente a la cámara, era artificial. Campa, sin embargo, fue el único participante que presentó una información nueva, al acusar a Madrazo -supuestamente con copias de sus declaraciones fiscales- de no haber pagado impuestos de 2003 a 2005. Habrá que ver, no obstante, si la documentación es verdadera.
Roberto Madrazo hizo bien en desentenderse de las críticas de Campa y concentrarse en Calderón, quien era su real enemigo. Pero su agresividad resultó contraproducente. Cuestionar a Calderón por haber obtenido un préstamo para comprar una casa sólo abrió las puertas a que el panista mostrara la foto del apartamento del priista en Florida. Madrazo se veía nervioso. Traía tantos apoyos visuales -portadas de periódicos, fotos etc.- que se perdía buscándolos. Fue el único candidato que leía constantemente sus tarjetas para recordar sus argumentos. Y fue el que más se equivocó en sus participaciones.
La ausencia de Andrés Manuel López Obrador fue más bien discreta. La silla y el podio vacíos sólo se percibieron a la entrada y a la salida del programa. Las referencias a su persona o políticas fueron escasas. Los demás candidatos entendieron que su mejor estrategia era ignorar a quien los había ignorado. Pero dado que la campaña se ha venido cerrando, como lo muestra la mayoría de las encuestas, López Obrador bien puede haber perdido una magnífica oportunidad de presentar sus argumentos a un número muy amplio de mexicanos.
La moderadora Guadalupe Juárez estuvo impecable. A pesar de la compleja dinámica del debate, no se equivocó una sola vez. Interrumpió con energía pero con amabilidad a los candidatos que se pasaban de sus tiempos. Y nunca dejó que la sonrisa desapareciera de sus labios.
Las encuestas telefónicas no determinan realmente el ganador de un debate. El propósito de estos encuentros es mejorar las posibilidades de vencer en una elección. Por eso sólo las encuestas de campo de los próximos días nos dirán realmente quién ganó y quién perdió en este primer debate.
Sin tener, por supuesto, la información que me permita decirlo con certeza, mis impresiones personales son las siguientes: Calderón fue el gran ganador, porque se convirtió en el verdadero contendiente de López Obrador, quien hasta ahora ha sido el puntero en la contienda. Madrazo perdió porque no pudo superar a Calderón y convertirse en ese rival que pudiera atraer el voto antiperredista. Mercado logró distinguirse entre los dos candidatos chicos y quizá dio un gran paso en el difícil proceso de conseguir el registro definitivo de su partido. Campa sufrió un gran fracaso. López Obrador sigue siendo uno de los dos contendientes principales, pero dejó pasar un debate en el que probablemente habría podido revertir su caída en las encuestas de las últimas semanas.
El formato de los debates presidenciales sigue siendo demasiado rígido. Pero debo reconocer que este martes el programa me resultó divertido. A pesar que por mi trabajo debo levantarme a las cuatro de la mañana, aguanté despierto e interesado las casi dos horas de debate.
DIFAMACIÓN
Al parecer la Asamblea Legislativa votará hoy la iniciativa que elimina del Código Penal del Distrito Federal los artículos que hacen delitos de la difamación y la calumnia. Esto no significa que la honra de una persona no se pueda proteger, pero esto se hará a través de los tribunales civiles. El resto de las entidades debe seguir ese camino. La figura de la difamación penal fue lo que permitió los abusos del Gobierno de Puebla en contra de Lydia Cacho.
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