Hace algún tiempo, motivado por la lectura de algunos textos de don Daniel Cossío Villegas, me acerqué al conocimiento de la vida y la obra de algunos personajes destacados de la generación liberal de 1857, quedando gratamente impresionado, especialmente con Ignacio Ramírez, Guillermo Prieto y Melchor Ocampo, entre otros. En esa generación se ubica don Benito Juárez García y el brillante duranguense Francisco Zarco. Conviene recordar que esa generación fue educada políticamente por la obra de don Valentín Gómez Farías, el doctor José María Luis Mora y el grupo liberal de 1833; también que fueron capaces de guiar hasta el triunfo a la Revolución de Ayutla, la primera revolución social del México Independiente y de dar forma a la Constitución más democrática de la época. Mucho es todavía lo que nos puede aportar, en pleno siglo XXI, el estudio de esos vigorosos personajes pertenecientes a una generación “forjada en el aula y pulida por la historia...”, según lo expresado por el maestro Raúl Mejía Zúñiga, autor de varios libros sobre el tema.
El que este año 2006 se cumplan doscientos años del natalicio de don Benito Juárez, se convierte en una excelente oportunidad para revisar y actualizar nuestro conocimiento de esa extraordinaria figura de la historia de México, cuyas enseñanzas a través de los discursos y las prácticas, no obstante haber tenido lugar en el siglo XIX, mantienen hoy enorme vigencia.
Dado que en los estados de Coahuila y de Durango existen evidencias del paso del presidente Juárez por estas tierras, resultará conveniente la suma de esfuerzos por parte de autoridades civiles, educativas, sindicales y asociaciones culturales para, no sólo rendirle homenajes durante el año, especialmente el próximo 21 de marzo, dignos de la estatura universal de nuestro Juárez, sino para organizar eventos culturales, cívicos y educativos orientados a la divulgación y valoración de su obra entre las nuevas generaciones.
Con el objeto de cumplir con el propósito expresado, la Fundación Cultural y Educativa “Profesor José Santos Valdés García, A. C.”, se ha dado a la tarea de acercarse a las autoridades en los distintos ámbitos para sugerir la realización de “Jornadas Juaristas”, con la participación de maestros, estudiantes, historiadores y artistas, las cuales comprendan Conferencias, Concursos de Dibujo, Oratoria o Composición, proyección de películas, promoción de lecturas de textos y todo tipo de actividad que contribuya al acercamiento a la vida y la obra del Benemérito de las Américas.
Estoy seguro que por el estado de Durango las autoridades educativas nos darán una grata sorpresa respecto a lo que venimos planteando, conforme se acerque la fecha del Bicentenario del Natalicio de Juárez, pues es conocida la simpatía del secretario de Educación hacia ese personaje de nuestra historia y porque sabemos de su sensibilidad ante este tipo de propuestas. Ojalá sea el propio gobernador de la entidad quien encabece iniciativas de esta naturaleza, para que sean operadas por las dependencias encargadas de la educación y la cultura, con el respaldo de la sociedad. Tampoco dudo que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación participe decididamente en lo que se ha propuesto denominar “Jornadas Juaristas”, al igual que las autoridades municipales. La importancia del personaje lo amerita.
Es de esperar que también en Coahuila y en todo el país, las autoridades hagan anuncios importantes sobre actividades conmemorativas del Bicentenario del Natalicio de don Benito Juárez García. Por lo pronto, habrá que considerar como un acierto de las autoridades federales la distribución en las escuelas del libro Juárez el Republicano, escrito por la reconocida historiadora Josefina Zoraida Vázquez, en una coedición de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos y El Colegio de México. Los maestros debemos aprovecharlo para su cuidadosa lectura en el aula, derivando de él los más variados ejercicios que permitan obtener el máximo beneficio. Somos los maestros quienes con algo de iniciativa e imaginación, que no nos faltan, podemos impulsar nuestras propias “Jornadas Juaristas” en los centros escolares, promoviendo unidades didácticas, proyectos, módulos o bloques temáticos, concursos, exposiciones, murales, etcétera, relacionados con la figura del Patricio de Guelatao. Además, podemos tratar de darnos el tiempo para releer la biografía de Juárez escrita por Justo Sierra, que estudiamos en nuestros años de formación normalista o el clásico de Ralph Roeder sobre Juárez y su México. Nos vendrá bien en estos tiempos reencontrarnos con el pensamiento de un hombre que maduró en la cátedra, se forjó en la lucha, gobernó con principios políticos y programa social, defendiendo siempre a las instituciones y a la nación.
