Freston: diablo que
quemaba los libros
(El Quijote
de Cervantes)
Uno de los proyectos abortados, fue sin duda la dotación de bibliotecas, propuesto por el maestro, escritor y político, José Vaconcelos (1882-1959).
La propuesta fue presentada ante el presidente de la República por Vasconcelos en el periodo 1922-1928, y consistía en dotar a todos los poblados con una biblioteca, regalar libros al pueblo y que el pasatiempo de los mexicanos fuese la lectura, esto desde luego no prosperó y si aún en nuestros tiempos alguien lo propusiera lo tildarían de loco e iluso; Vasconcelos fue quien puso los cimientos y formó lo que ahora es la SEP y hasta la dividió en tres rubros, escuelas, bibliotecas y bellas artes; creó las misiones culturales pero sobre todo le dio énfasis a las bibliotecas.
En la actualidad los bibliotecarios en México son simples puestos otorgados por la SEP casi en su totalidad a gente que se le debe un favor político o aviador intelectualoide, recomendado por alguien de “arriba”.
Hace tiempo en San Antonio Texas, conocí a una bibliotecaria llamada Miss Rita, de la Segunda Biblioteca de esa ciudad y platicando con ella, me comentó que fue maestra de escuela en Houston, después entró a la carrera de bibliotecaria en la Universidad de Texas en Austin, carrera que duró cuatro años y previa prueba pasó a ocupar un puesto en la biblioteca de un pueblo chico llamado Bentron, para después ser directora de donde ahora se encuentra.
El examen es duro, pues abarca el ordenamiento de volúmenes por fecha, autores, tipos de libros, ciencia, literatura, arte; lo que hace la necesidad de ser experta en muchos géneros de lecturas, sobre todo en cultura, dijo.
Tengo en mi poder una pequeña prueba un preexamen que Miss Rita me hizo el favor de traducir y es sólo para solicitar, junto al certificado de preparatoria y otros papeles, la entrada a la carrera técnica de bibliotecario universitario, el examen de sondeo es de tipo cultural, incluye personalidad, conocimientos e información del aspirante a bibliotecario, es largo, aproximadamente 15 hojas y 110 preguntas, por ejemplo, dice una: ¿cuántos libros leyó usted en sus primeros 15 años sobre todo en secundaria? ¿Cuantos leyó en los últimos 15 años.
Otra pregunta dice: mencione 12 clásicos, título, autor, fecha y con menos de cien palabras trate el contenido de cada uno. Otra: nombre diez premios Nobel de Literatura: cinco antes de 1970 y cinco después y enumere cuando menos dos obras de cada uno.
Otra: en un resumen mínimo de doscientas palabras cite lo que es un ensayo, un cuento, una novela, una crónica. Enumere dos novelas religiosas, dos de ciencia-ficción, dos policiacas, dos novelas de humor dos lationamericanas, dos europeas, dos asiáticas y en cada una cite autor.
Además piden fechas históricas y libros universales, sin olvidar la generación perdida de autores norteamericanos.
En este examen se hace mucha mención a Cervantes y sus obras, a Shakespeare, Dante, Dumas, Ghote, Balzac, Kent, Young, Miller, Hemingwey, Dickens y E. Dickinson entre otros. Esto es sólo en literatura sin olvidar otros muchos y desde luego el ordenamiento en memoria de computadora en la que también el o la bibliotecaria deben ser expertos.
Esto de las bibliotecas viene a colación por el rezago que México acarrea en esta materia, tanto de lectura, que como están las cosas el promedio de un libro por persona leído al año en México bajó a sólo medio libro.
Y no basta tener locales y cubrir las vacantes que en el peor de los casos en nuestra cultura los nombramientos son con oficio político como el caso concreto de Sigfrido Macías Pérez que no se duda de su capacidad para ser el jefe de las bibliotecas en el Estado de Coahuila, lo raro es que apenas hace días era el jefe del PRI, antes “sub” de sepa la bola qué y ahora jefe de bibliotecas y no nos extrañe que dentro de pocos días sea candidato para diputado federal, todo por ser uno de los preferidos de Humberto Moreira actual gobernador de Coahuila.
Por cierto Sigfrido siempre estuvo y ha estado en la nómina desde que el profesor Humberto Moreria era jefe del INEA con la clave de aviador o “conquista sindical” MPAS520615KK6// 075748 EO401000 480002// 05AGD0001J y cobra en esta clave $16,696.30, más el pago de muchos miles de pesos que se le hace por ocupar el puesto de bibliotecas en el Estado.
El valor que representa un bibliotecario, es fundamental como elemento conservador de la cultura y el acervo que sirve como estimulante en el mismo sistema educacional y de la sociedad.
En México la costumbre ancestral sobre todo de parte de muchos profesores es mandar a los estudiantes a investigar o consultar “equis” tarea y nunca habituarlos a la lectura, es decir la visita a las bibliotecas se acaba cuando termina la tarea.
Así están las cosas en Coahuila con el jefe de las bibliotecas metido de lleno en la política, porque no puede ser al revés, que los políticos se metan de lleno a las bibliotecas; en fin, tenemos lo que merecemos por la simple y llana razón que los puestos en casi todos los rubros se dan por compradazgos, consaguinidad, por amistad, compromisos políticos y en ocasiones hasta por comprar la plaza.
En México la cultura sigue siendo que en la mayoría de los casos los recomendados por alguien de “arriba” siempre se les diga: mira si no tienes dónde acomodarlo mándalo a una biblioteca; en las escuelas pasa lo mismo “ese tipo es muy ‘grillo’ para que lo tengas ocupado, mándalo a una biblioteca”.
Pobre del maestro José Vasconcelos aún se sigue revolcando en su tumba y esperando un milagro.
Linga_1031@hotmail.com