LAGUNERO| SU HISTORIA EN EL PUGILISMO PROFESIONAL LA HIZO EN ESTA COMARCA.
"La Rata" Soto se enyesó los puños peri ni así pudo vencer a Juan Leaños.
Torreón, Coah.- Juan Leaños Pinedo tenía 14 años de edad cuando trabajaba en la milpa del rancho El Magueycito, municipio de Jerez, Zacatecas, de repente apareció un carro, estaba muy lejos de imaginar que a partir de ese momento su vida iba a cambiar, el ring sería su nuevo campo de acción y el destino le tenía deparado enfrentarse a cuatro campeones nacionales.
El automóvil detuvo su marcha, bajó el peluquero Antonio Muñoz, mejor conocido como ?Plutarco?, y el señor Mota, quienes le preguntaron a Juan si quería ir a pelear a Torreón.
Juan Leaños escuchó la propuesta y respondió que primero debía pedirle permiso a su mamá, doña Carlota Pinedo de Leaños, quien después de una plática con ?Plutarco? y el señor Mota aceptó que su hijo fuera por 15 días a Torreón.
Juan se había iniciado a los nueve años de edad en la práctica del boxeo, para defenderse de sus compañeros de la Escuela Primaria Melchor Ocampo, de Jerez, Zacatecas, quienes le quitaban los ágates norteamericanos que traía y se los cambiaban por canicas de cemento.
?Me gritaban gabacho y surumbato, ya que había nacido en Los Ángeles, California, y cuando tenía siete años de edad, mi padre, Epitacio Leaños, se regresó con toda la familia a Jerez, Zacatecas?, recordó Juan con un tono de melancolía.
A diario lo retaban a golpes, por eso un buen día don Epitacio decidió llevarlo junto con sus hermanos Jesús y Antonio, con el peluquero Antonio Muñoz ?Plutarco?, para que los enseñara a boxear.
Comentó que por esos días llegó a Jerez un destacamento de caballería, al mando de un coronel, aficionado al box, quien se dio a la tarea de organizar una función, ya que entre sus filas traía al campeón Firpo Segura y buscaba un rival para su subalterno. Jesús, el mayor de los hermanos Leaños Pinedo, fue el elegido para enfrentar a Firpo Segura, el combate fue pactado a diez rounds en el Teatro Hinojosa, que se llenó por completo.
?La tropa aclamaba a Firpo Segura, pero Jesús sacó a relucir la casta y en el tercer round mandó a la lona al flamante campeón del destacamento de caballería?, relató Juan Leaños.
Recordó que en ese entonces tenía nueve años de edad y se enfrentó al hijo de un soldado, en una pelea convenida a cuatro episodios, al cual noqueó en el tercer asalto.
El destino de los hermanos Jesús y Juan Leaños Pinedo estaba sellado por el boxeo, un par de guantes nunca faltaba en el rancho El Magueycito, en donde don Epitacio Leaños había adquirido 15 hectáreas de siembra y otras 20 de agostadero.
?La Rata? era imbatible
Mientras los Leaños Pinedo disfrutaban de la vida del campo, en la ciudad de Torreón cobraba fama el peleador Manuel Soto, mejor conocido como ?La Rata?, quien tenía de apoderado a José González ?El Compadre?, el cual ya no encontraba rivales para enfrentarlos a su representado.
Un día el señor Mota le platicó a ?El Compadre? González que conocía a un muchacho de Jerez, Zacatecas, que le podía pegar a ?La Rata?. Juan recordó que era el año de 1940 y días después de dialogar con el señor Mota abordó el tren en la ciudad de Zacatecas en compañía de ?Plutarco? para viajar a Torreón.
El señor Mota les dijo que en la estación del ferrocarril en Torreón iba a estar esperándolos José González ?El Compadre?, quien para mayor seña usaba una media texana y fumaba todo el tiempo.
A 66 años de distancia Juan Leaños se estremece al hacer acopio de sus recuerdos y se para del sillón en donde ha estado sentado durante varios minutos en la sala de la casa de su amigo Luis Cossío, parece que lo impulsó un resorte y su frente suda de la emoción.
?Cuando llegamos a la estación, ahí estaba el señor de la texana, quien al verme preguntó por mí, al responderle afirmativamente, me dijo tú eres el que viene a pelear?, recordó Juan Leaños.
Subieron a un carro para dirigirse al Hotel San Carlos, durante el trayecto observó que el apoderado de ?La Rata? Soto lo miraba detenidamente, de repente le pidió permiso al manager Antonio Muñoz ?Plutarco? para hablar a solas con Juan.
?Muchacho, no te creas de lo que dicen los periódicos locales de Manuel ?La Rata? Soto, es pura publicidad. Lo que yo quiero es que pelees bien tres o cuatro rounds y te doy otra pelea?, manifestó José González ?El Compadre?. La respuesta de Juan fue: ?Le voy a ganar señor González?.
Lo van a matar
Al día siguiente de su llegada a Torreón llevaron a Juan Leaños a la Comisión de Box para revisarlo y pesarlo, fue el primero en subir a la báscula, en seguida hizo acto de presencia ?La Rata? Soto, quien pesó 51 kilos, contra 38 de Leaños, eran 13 de diferencia, su combate se programó en la semifinal.
La arena lucía repleta, Juan estaba en el vestidor leyendo una historieta de Pepín, mientras su manager ?Plutarco? le vendaba las manos, cuando vio que dos hombres se acercaron a la puerta y uno de ellos le preguntó su nombre.
Al escuchar la respuesta el curioso comentó: ?Ya ni friega José González, ?La Rata? Soto va a matar a este chamaquillo?. De repente ?Plutarco? le ordenó que calentara, Juan empezó a moverse, mientras observaba los tenis que había pintado de color negro para simular que eran zapatillas.
Juan Leaños contó que subió al ring enfundado en una bata de baño que le habían prestado, mientras que Manuel ?La Rata? Soto apareció en una lujosa vestimenta de seda, entre el aplauso del público asistente, mientras que a él lo abuchearon.
La impresión del público al ver a los dos contrincantes en el ring, era de que iba a enfrentarse un camión contra un carro. El maestro de ceremonias presentó a Juan Leaños como el campeón de Zacatecas, vencedor de Babe Luna, mientras la gente le gritaba a ?La Rata? Soto: ?Nos queremos ir a dormir temprano Manuel?.
Recordó como si fuera ayer: ?Empezó el pleito, me habían recomendado que tuviera mucho cuidado, pues era un peleador mañoso, que acostumbraba a rasguñar los ojos con las cintas de los guantes?, contó visiblemente emocionado Juan Leaños.
Juan utilizó el jab de izquierda para retirar a ?La Rata? Soto, a quien le conectó un golpe en el pecho y lo sentó en la lona, fue entonces cuando la gente empezó a gritar: ?Arriba Zacatecas, arriba mi pelón?, eran los pizcadores de esa entidad que habían venido a la bonanza del algodón de aquellos años.
El manager Antonio Muñoz ?Plutarco? estaba nervioso y fue su ayudante, Fortunato Echevarría, quien le daba las instrucciones en la esquina, al grito de ?Juan échale ganas, vas bien, no te dejes?.
La pelea duró los diez rounds convenidos y cuando el réferi levantó el brazo de Juan Leaños en señal de victoria por decisión unánime, un grupo de aficionados subió al ring para cargarlo en hombros, mientras que el público lanzaba monedas al cuadrilátero para premiar al ganador. Mencionó Juan que fue tanto el dinero que logró hacer con la toalla dos bolsas llenas, el pago que recibió por esa pelea ascendió a 20 pesos, mientras que lo recolectado eran 300 pesos.
Revanchas y título
A los ocho días volvieron a enfrentarse, ahora en la pelea estelar, Juan ganó de nueva cuenta por decisión, ya que ?La Rata? Soto estaba muy corriosa. El duelo entre el zacatecano y el lagunero levantó revuelo entre los aficionados al box, situación que aprovechó el promotor José González ?El Compadre? para organizar una tercer pelea, en la cual Manuel Soto expuso su título de campeón regional.
Juan recordó que en ese combate la pegada de Manuel Soto era más fuerte, sin embargo, soportó el castigo y conquistó el campeonato en disputa por decisión. Juan Bilbao, ayudante del manager ?Plutarco?, sospechó algo y al término del combate fue a revisar las manos de ?La Rata? Soto y descubrió que se les había enyesado para tratar de ganarle a Juan Leaños, pero ni así pudo. Manuel Soto fue remetido a la ergástula municipal por haber hecho trampa.
El público volvió a aventar dinero al ring para ayudar a Juan Leaños, quien desde su segunda pelea subió al cuadrilátero en bata de seda, regalo de un aficionado que reconocó su calidad.
Contra los monarcas
En 1942 fue su primer salida, en la ciudad de Monterrey se enfrentó a Luis Castillo, el famoso ?Acorazado de Bolsillo?, campeón nacional de peso gallo, a quien le ganó por decisión en un combate en el cual no estaba en disputa ningún título. Mencionó Juan Leaños que en la misma Sultana del Norte peleó en contra de boxeadores de diferentes divisiones: ?El Zurdo? Ríos, peso ligero; ?El Cargador? Rocha, peso welter; y ?Kid? Monterrey, peso pluma, a los cuales derrotó.
?Ante esta serie de victorias la empresa regiomontana trajo de la Ciudad de México a Gabriel Díaz, ?El Lechero de Coapa?, con quien empaté en un combate muy disputado?, consignó Juan.
En su carrera se enfrentó en Torreón a Memo Valero, campeón pluma, y a Ernesto Aguilar, campeón gallo, a los cuales derrotó en la Arena Obrero. En el puerto de Tampico peleó contra Manuel Rivera, monarca ligero, al cual también venció.
?Me enfrenté a cuatro campeones nacionales de diferentes divisiones, pero nunca me dieron la oportunidad de disputar un título, fui una especie de campeón sin corona?, consideró Juan Leaños.
Se repatrió
Juan Leaños relató que en 1946 regresó a Estados Unidos, su país natal, para continuar con en los encordados, en donde se enfrentó a Carlos Chávez, campeón pluma de Estados Unidos, y a Lorenzo Safora, monarca pluma de Cuba, a los cuales derrotó en reñidos combates.
También saboreó las mieles de la victoria frente al italiano Joe Robleto, el marinero Sammy Anders, Dub Bowen y Gerold Dade, logrando clasificarse como cuarto lugar del mundo en la división pluma.
Regreso y despedida
Después volvió a México, pero confesó que el gimnasio le aburría y las mujeres empezaron a acapararlo. Tenía 30 años de edad, los reflejos empezaron a fallarle, ya no podía esquivar los golpes tan fácil como antes. Le iban a organizar una pelea de despedida, en la cual se enfrentaría a Memo Valero, pero nadie quiso ayudarlo, los boxeadores contemplados para el programa argumentaron que tenían otros compromisos y no pudo concretarse el homenaje.
?Me vieron subir, pero no me vieron bajar, por lo que decidí irme a trabajar a los Estados Unidos, me fui de aventón con un chofer que iba a Los Mochis, quien al saber que yo iba a Los Ángeles se desvió y me llevó a Ciudad Juárez para iniciar una nueva vida en El Paso, Texas, actualmente radico en Riverside, California, y vivo en paz con mis dos hijas, Sandra y Charlotte?. De esta manera concluyó su relato Juan Leaños, quien de vez en cuando visita la Comarca para recordar sus hazañas en el boxeo.
