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ROMA, ITALIA.- Un grupo de 33 nuevos reclutas pertenecientes a la Guardia Suiza Pontificia juró la tarde de ayer en la Plaza de San Pedro de El Vaticano defender hasta la muerte al Papado.
Ante el Papa Benedicto XVI, integrantes de la curia romana y más de 20 mil asistentes, los nuevos guardias del llamado “Ejército más pequeño del mundo” pronunciaron el juramento mediante el cual son considerados miembros oficiales del cuerpo.
Cada seis de mayo los postulantes que ingresaron en los pasados 12 meses a la Guardia participan en este rito que, normalmente, se lleva a cabo en el Patio de San Damaso, en los jardines vaticanos.
En esta ocasión y por cumplirse 500 años de vida del cuerpo militar la ceremonia se llevó a cabo en la Plaza de San Pedro.
Esta fecha recuerda la defensa del Papa Clemente VII que realizaron 147 guardias durante el llamado “saqueo de Roma”, ocurrido en 1527 a manos del Ejército comandado por Carlos V de Habsburgo.
Todos los integrantes de la guardia murieron en el enfrentamiento.
Antes de la ceremonia oficial, ayer por la mañana, el Papa Benedicto XVI ofició una misa en la Basílica de San Pedro con los nuevos reclutas, ex miembros de la guardia y sus familiares, ante quienes agradeció los servicios prestados por la Guardia en estos 500 años.
“Entre las múltiples expresiones de la presencia de los laicos en la Iglesia, de las que destaca en modo particular la de los guardias suizos, jóvenes que, motivados por el amor a Cristo y la Iglesia se ponen al servicio del sucesor de Pedro”, señaló.
“Para algunos de ustedes la pertenencia a este cuerpo de guardia está limitada a un periodo, para otras se extiende hasta convertirse en la elección de toda su existencia, incluso este servicio ha llevado a algunos a la vocación religiosa”, enfatizó.
El Papa aseguró que ser miembro de la Guardia Suiza significa adherirse sin reservas a Cristo y a la Iglesia, decididos incluso a dar la vida. “El servicio efectivo puede cesar pero por dentro siempre se es guardia”, manifestó.