Rechaza manejador de perro-centinela que sea tortura que el animal ladre a los detenidos.
AP
MARYLAND, EU.- El oficial del Ejército a cargo de la Seguridad en la prisión iraquí de Abu Ghraib declaró ayer jueves en el juicio castrense de un manejador de un perro-centinela, que no es tortura alguna que el animal ladre a los detenidos.
El mayor David DiNenna indicó que los perros, sin bozal, ayudaban a mantener el orden en la prisión. Fue uno de los últimos testigos que declararon en defensa de uno de los antiguos soldados del reclusorio, el sargento Michael Smith, acusado de participar en el abuso de los prisioneros.
Algunos de los reclusos fueron mordidos por los perros, golpeados y humillados sexualmente por los guardianes a fines del año 2003 y principios de 2004.
Los abogados de Smith concluyeron finalmente la exposición de sus argumentos, y el caso quedó en manos de un jurado militar, que comenzará las deliberaciones hoy viernes.
Smith, de 24 años, es acusado de 13 delitos por los que podría ser condenado a casi 25 años de cárcel de ser convicto. Otro sargento, Santos A. Cardona, de 31, será juzgado el 22 de mayo. Según los fiscales, ambos azuzaron a sus perros para aterrorizar a los reclusos. Los abogados de Smith mantienen que se limitó a cumplir las órdenes de sus superiores.
El miércoles, el ex director de espionaje militar de Abu Ghraib declaró por la defensa con otorgamiento de inmunidad. Indicó a la Corte que lamenta no haber creado ?controles apropiados? en el reclusorio.
?A posteriori, evidentemente necesitábamos establecer normas definitivas y establecer normas claras?, afirmó el coronel Thomas M. Pappas.
Smith sostuvo que los perros eran utilizados para controlar a los prisioneros desobedientes, y que en esos casos el instinto del animal es ladrar, incluso sin que se lo ordene su manejador.