El País
MADRID, ESPAÑA.- A los tres años pidió tener agente como sus padres, una escritora hippie y un actor de televisión. Lo consiguió a los seis. El Caribe y los papeles de chica rebelde han convertido a esta intérprete prematura, que lleva a Nirvana y Eminem en el iPod, en la actriz inglesa más popular desde que Kate Winslet se ahogara en el Titanic.
Es la nueva chica más deseada, la nueva actriz favorita. Se la rifan en Hollywood pero ella prefiere vivir en Londres porque California es para chicas ?con más tetas?. Resumimos la apretada vida de Keira Knightley, protagonista de Piratas del Caribe, en siete adjetivos.
GUERRERA
Parece frágil, pero su nombre vive en el campo de batalla. A los nueve, cambió de orden las vocales: Kiera por Keira, que suena a grito de guerra. Y salvo las tres últimas letras, su apellido significa, en inglés, caballero. Le van los desafíos físicos, el galope, las armas. En la secuela de Piratas del Caribe cambia el apretado corsé por el traje de corsaria (?ya estaba harta de no poder respirar?) y como la primera parte se la pasó gritando ?¡quiero una espada!?, en ésta le dieron dos; y ella encantada. Como cuando tirotea a unos cuantos hombres en Domino (2006).
Antes había aprendido a usar el arco en La Princesa de Sherwood (2001); El Rey Arturo (2004) le enseñó a boxear, lanzar cuchillos y montar a caballo, y no dejó de jugar al futbol (se desvive por el equipo londinense West Hand) durante las 20 semanas de Quiero ser como Beckham (2002). Una chica de acción. ?Si alguna vez llega el Apocalipsis?, confiesa, ?me gustaría estar preparada, y no ser una de esas mujeres que se quedan junto al fuego cocinando?.
Lo suyo son las rebeldes, actuales o pasadas, como su Lizzie de Orgullo y prejuicio (2004): ?No se tapaba la boca al reírse, apoyaba los codos en la mesa y pasaba de usar guantes. Y eso, aunque parezca poco, era toda una revolución en el siglo XVIII?.
PEREZOSA
A pesar de todo el frenesí, y de tener rodadas 20 películas y cuatro series para la tele inglesa con tan sólo 21 años, dice que es ?más vaga que una vaca?. ?Cuando no ruedo me cuesta salir de la cama?. También le ocurrió rodando, durante el casi un año que se ha tirado en el Caribe (asegura que terminó harta) con la exitosa saga de los piratas. En los descansos, sólo salía para nadar un rato. Se pasaba las horas en su camerino, durmiendo, colgada al iPod (le flipan Nirvana o Eminem), leyendo biografías de mujeres heroicas (Lucrecia Borgia) e ilustres paranoicos (Hitler), o pintando zapatos, su pasatiempo favorito. ?Y dejo que de todo se encargue mi agente, yo sólo leo guiones?.
PERSEVERANTE
Su agente. Habría que empezar por ahí. La hija de la escritora Sharman Macdonald (una hippie ?algo loca? con la que compartía cigarros y conversaciones de sexo) y del actor televisivo Will Knightley no paró de darles la tabarra hasta que consiguió un agente. ?Lo quería desde los tres años, porque veía que mis padres tenían y me daba envidia?, dice Keira. A los seis, se salió con la suya. Y le ayudó un defecto que podría haber arruinado su fulgurante carrera: la dislexia. Le costaba horrores leer. Como sus compañeros no eran tan exquisitos como la escuela inglesa que les albergaba, y se reían de ella, Keira hacía que leía en voz alta libros que antes se había aprendido de memoria escuchándolos en cintas. Pero el disimulo duró un año.
Su hermano mayor Caleb (hoy dedicado a la música) también sufría dislexia, y a ella la descubrieron. Y por miedo a que se desenganchara de los estudios, su madre le hizo una promesa: tendrás agente si apruebas en junio. Lo hizo, y se ganó el agente. Y debió hacer bien su trabajo, pues cinco años después, Keira, que recibía clases de danza cada tarde y que sólo se dedicaba a su hobby en los meses de veraneo, había rodado cuatro series para la BBC y dos películas inglesas de relativo éxito.
Pero todo cambió en 1999, cuando fue elegida, por su extraño parecido con Natalie Portman, para encarnar a Sabé, la doble de la princesa Amidala, en el retorno de la saga galáctica, La Amenaza Fantasma. No le impresionó la experiencia: ?Pensé que las espadas láser serían de verdad. Pero qué va, ¡todo es falso!?.
SUERTUDA
Para qué negarlo, la suerte con ella ha jugado bien sus dados. Sobre todo en 2002. Protagonizó el sleeper (éxito imprevisto) inglés del año, Quiero ser como Beckham, una comedia social de chicas futboleras en el Londres más mestizo. Y meses después, fue fichada por el productor Jerry Bruckheimer para una de piratas.
La casualidad hizo que esa tarde hubiera un atasco brutal en Londres y ella llegara tarde al cásting, justo cuando pasaba Bruckheimer, que se quedó alucinado. ?Tiene la fuerza de un gran motor, capaz de llegar a los 100 kilómetros hora en segundos?. La maldición de la perla negra la primera parte de Piratas del Caribe, arrasó en 2003. Otro sleeper gigantesco.
Keira, ese año, parecía un imán, una bola de nieve pendiente abajo. Y ya no paró. En dos años, además de vestirse de modelo, fue empalmando proyectos con apenas una semana de descanso. De corsaria pasó a ser Ginebra en El rey Arturo (?siete hombres vestidos de cuero rodeándome todo el rato, ¿cómo no me lo iba a pasar bien??), enfermera alcohólica en The Jacket (que hizo saltar la alarma rosa de un romance con el prota, Adrien Brody, rumor que ambos negaron), la hermana mayor de Orgullo y Prejuicio (?la novela de Austen me obsesiona desde los siete años, la he leído cuatro veces, va de amor, de hacerse mayor, de equivocarse... la misma mierda de todos los tiempos?) y la violenta cazarrecompensas de Domino (basada en la vida de Domino Harvey, que murió de sobredosis días antes del estreno, muy cabreada porque hicieron de Keira un bombón heterosexual, cuando ella era una lesbiana militante).
SEXY
Lo de la bomba sexual es importante. La actriz, aunque no le importa desnudarse ante la cámara, echa por tierra su imagen sexy. ?No creo que lo sea, de verdad. No me gusta mi trasero, ni mis piernas, que son demasiado largas. Mi piel es horrorosa y está llena de granos. Y parece que tengo la nariz rota?. Nada, que no nos la creemos.
Ha sido votada como la más guapa por bastantes revistas (FHM, Maxim, Glamour), y la RNIB eligió su voz como la más sexy del mundo tras la de Sean Connery. Es cierto. Un ejemplo: lo único que merece la pena de Domino, su voz en off.
MITÓMANA
Sus heroínas son mujeres fuertes, independientes, que rompieron moldes sociales, como Katherine Hepburn o Vivien Leigh. Y en los rodajes siempre chupa del más veterano. En Orgullo y prejuicio alucinó por compartir escena con la dama teatral Judi Dench y lo mismo ocurrió mientras rodaba Piratas..., que babeaba con Geoffrey Rush.
Aunque también suspiró lo suyo por Johnny Depp, el genial capitán Sparrow de la trilogía filibustera. ?Me encantó besarle en El Cofre de la Muerte, afirma. Justo lo contrario que dijo Depp (?tiene 20 años menos que yo, ¡podría ser mi hija!?). Y prosigue: ?Cuando le conocí me quedé bloqueada. Me costó decírselo a mis amigas, que tienen el cuarto lleno de fotos de Johnny: ¡si hasta una vez acamparon dos semanas en mi jardín porque Depp rodaba al lado de mi casa!?.
El rodaje caribeño les unió bastante. ?Johnny me tomaba el pelo todo el rato. Cuando me nominaron al Oscar por Orgullo y Prejuicio, me decía cuando gritaban corten: ?¿Y eso es una toma de una nominada??.
¿ANORÉXICA?
En el último año se han disparado los rumores. A sus miles de fans les cuesta dormir. Keira está muy delgada. ¿Sufrirá anorexia? Ella lo niega. Y ha vivido la enfermedad en casa, pues su abuela lo era. Tan sólo dice que está muy cansada. Que le resulta dificilísimo compatibilizar su ingente trabajo con su vida romántica y con sus frecuentes salidas por la noche londinense. Y es que su lado fiestero no para.
Tras cortar su intensa relación de dos años con el modelo norirlandés Jamie Dorman (dicen que Keira, por celos, le mandó al hospital de una paliza), le brotaron pretendientes como setas, y ahora sale con el actor Rupert Friend, con el que coincidió en Orgullo... Y se lo quiere tomar con más calma. Se ha comprado un piso en el centro de Londres y pasa de mudarse a Los Ángeles. ?No me gustaría vivir allí. Tienes que ser demasiado fuerte, y yo no lo soy. Se sufre mucha presión. Te obligan a ser rubia, delgada y tetona. Y yo paso?.
¿Entendido?
