EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

La asonada

Gilberto Serna

La casa se está desmoronando. Estamos poquito menos de tres meses de que entre a la Administración Federal un nuevo equipo, cuando se avisa que el actual Gobierno ha cerrado la cortina. Esto es, que los trabajos del Gobierno Federal por lo que se refiere al sexenio del presidente Vicente Fox se dieron por concluidos. Bien, se puede decir que a partir de ese momento cesará en sus funciones rectoras la Administración a cargo del actual presidente. El comentario de personas traviesas, que nomás están de orejones, retrepados en una banquita en la plaza del pueblo, es que no se notará, dicho sea con el debido respeto, pues desde hace tiempo se dio el cerrojazo a las actividades, sin necesidad de anunciarlo. Lo grave es que detrás de la cortina hay varios incendios que antes deberían ser apagados. No se ve que haya voluntad para hacerlo. Están entre otros el asunto de los degollados por el crimen organizado, la anarquía que priva en Oaxaca donde diversos grupos radicalizan sus posturas haciendo de las suyas sin que se tomen las medidas adecuadas para acabar con el problema y continúa el plantón en el Zócalo amenazando con impedir la ceremonia del grito, no así el tradicional desfile militar del día siguiente.

Se refieren los taimados a diversos hechos, que ocurren un día sí y otro también, en plena demostración de que la bajada de cortina es una vacilada, pues hace rato la ciudadanía advierte que no está funcionando el changarro. Vayamos por partes. En la antigua antequera una gavilla ha puesto de cabeza al sistema burlándose de la autoridad, cometiendo desmanes que hablan de una anarquía que pone en tela de duda el Estado de Derecho. Eso sería suficiente para impedir que la Administración se olvidara de su flojera poniéndose a planear cómo resolver ese acertijo que plantean los aguerridos mentores. Están pidiendo como máxima exigencia que renuncie el gobernador del Estado para lo cual exigen que el poder legislativo declare desaparecidos los poderes estatales. Arguyen que el gobernador oaxaqueño no ha podido acabar con la perturbación al orden público auspiciada ¡por ellos mismos! Se quejan de que les echó encima las fuerzas policiacas para apagar sus protestas, aunque haya sido en cumplimiento a su obligación de conservar el orden público, ¡lo cual lo hace merecedor a que se le desconozca como mandatario! En suma que a juicio de los profesores es un bueno para nada. La advertencia, que se parece mucho a un chantaje, dice, debe caer si quieren que termine el conflicto.

Ahora que la cortina federal se abatió, la lectura de los periódicos no traen noticias halagüeñas, pues aparecen día tras día muertos y más muertos, asesinados por el crimen organizado o las mafias de la droga. El encargado en el cielo de recibir las almas de los difuntos, a diferencia del Gobierno Federal, no se da punto de reposo para recogerlas enviándolas a donde corresponda. Hace rato que suda y trasuda orientando a los jóvenes que de pronto la huesuda sorprendió al recibir un tiro de gracia en sus cabezas, que luego fueron cercenadas y arrojadas sin conmiseración en algún paraje urbano. Lo que se dice es que hace tiempo que el hampa se ha apoderado de las calles sin que nadie se atreva o pueda atraparlos. Los archivos policiacos rebosan de expedientes que se van acumulando uno tras otro pasando a la estadística sin que nadie se preocupe por aclarar los nefandos y espeluznantes crímenes que ponen los pelos de punta por el horror que provocan a la sociedad. Lo más grave es que las policías locales son compradas para que otorguen protección y los pongan a salvo en caso de que participen fuerzas que no estén en el ajo. En fin, la cortina ha caído, pero la verdad es que no hay motivo para celebrarlo.

Agréguele a lo anterior, por si fuera poco, la asonada*, significa que la conducta de los seguidores de Andrés Manuel, al no aceptar el fallo del Tribunal Electoral que declaró Presidente Electo a Felipe, e insistir en seguir con el plantón, incurren en un delito. Y sigue la mata dando, lo que pueda ocurrir el día 15 de este mes será consecuencia lógica de la toma de la tribuna por diputados perredistas para impedir, como al efecto ocurrió, que Vicente Fox Quesada leyera su último Informe. No hubo o no se quiso planear una estrategia capaz de impedir tamaño desaguisado. El tradicional y vistoso grito, que rememora el llamado que hizo el cura Hidalgo, está en veremos. Y digo esto por que leí el sábado la nota periodística de que Felipe, al que sólo le falta que en sesión solemne el diputado Jorge Zermeño Infante le coloque la banda tricolor en el pecho, para entrar en funciones de presidente de la República, se vio en la tesitura de tener que esquivar una protesta que le impidió depositar un ramo de flores al pie del monumento al siervo de la nación, José María Morelos y Pavón. Posteriormente aprovechó que los perredistas, habían desalojado el lugar para regresar y entonces sí, en una ceremonia de escasos dos minutos, poner la ofrenda. En fin, ¿qué lectura debemos los mexicanos darle a esta actitud? En su caso, ¿así se va a gobernar al país durante los próximos seis años: córrele que ahí vienen, aprovecha que se fueron?

Nota bene.- *Asonada: reunión o concurrencia numerosa para conseguir tumultuaria y violentamente cualquier fin, por lo común político.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 235350

elsiglo.mx