Lima, (EFE).- La niña peruana Milagros Cerrón Arauco, que nació con el síndrome de la sirena, dio sus primeros pasos en coincidencia con su segundo cumpleaños y superó así las expectativas de los cirujanos que le separaron las piernas hace ahora un año.
Conocida como la "bebé sirena", Milagros es uno de los tres casos existentes en el mundo que han sobrevivido a este síndrome.
A pesar de que el equipo médico pronosticó que la niña comenzaría a caminar al bordear los tres años, Milagros mostró que ya puede hacerlo, aunque agarrada de las manos.
El cirujano Luis Rubio, quien dirigió el equipo que la operó el 31 de mayo de 2005, tomó de las manos a la niña para que los periodistas congregados en uno de los salones de la Municipalidad de Lima observara los avances.
Rubio señaló que la rehabilitación durará diez años más y adelantó que se le practicará una segunda cirugía probablemente el próximo 25 de mayo para mejorar su movilidad.
En la primera intervención a Milagritos, como la llaman de forma cariñosa, los cirujanos cortaron los tobillos que estaban fusionados y separaron las extremidades hasta los muslos.
La operación fue un gran éxito y, en opinión del alcalde de Lima, Luis Castañeda, demostró "el alto nivel profesional" del equipo de especialistas peruanos.
La siguiente intervención buscará separar completamente los muslos hacia la ingle para permitir que la cabeza de cada fémur ingrese en su respectiva cavidad en los huesos de la cadera.
Inicialmente, esta segunda operación había sido programada para finales de año, pero la favorable evolución de la pequeña, que ha alcanzado una talla de 72 centímetros, ha animado a los especialistas a adelantarla a mayo.
El excelente desarrollo emocional de la bebé es también un aliciente para los médicos y enfermeras que la atienden en el Hospital de la Solidaridad de Lima.
Con motivo del segundo cumpleaños de Milagros, su padrino, el alcalde Castañeda, organizó hoy una fiesta infantil en uno de los salones de la Municipalidad de Lima.
En la recepción, los padres de la pequeña, Sara Arauco, de 21 años, y Ricardo Cerrón, de 25, se mostraron orgullosos y contentos de haber dejado atrás los ingratos momentos que vivieron tras el nacimiento.
La familia de Milagros procede de la andina localidad de Ahuac, en el centro de Perú, y se dedicaba a las labores del campo.
En opinión de Rubio, el contacto de la madre embarazada con los insecticidas usados en la agricultura pudo haber sido uno de los motivos por los cuales la pequeña nació con la malformación, que afecta a uno de cada 70 mil nacimientos.
La joven mamá nunca se sometió a un chequeo médico durante su embarazo y tras dar a luz abandonó a la bebé en la vía pública, por lo que las autoridades la exhibieron ante los medios para dar con el paradero de sus progenitores.
La Municipalidad de Lima se hizo cargo del caso y trasladó a la pequeña al Hospital de la Solidaridad.
Días después, los padres llegaron al centro de salud y asumieron la responsabilidad de su recuperación, dado que Milagros tiene que luchar, además, contra un riñón atrofiado y las infecciones que le provoca el tener sólo un orificio para orinar y defecar a la vez.
Según el equipo médico, los órganos genitales serán formados quirúrgicamente cuando la niña alcance la pubertad y se conozca exactamente el desarrollo de los mismos.