EL UNIVERSAL
GUADALAJARA, Jal.- Dios está en la FIL. Tiene un best seller, más bien un long seller: la Biblia, que vende cerca de 500 ejemplares por día, algo que actualmente muy pocos escritores pueden permitirse.
Dios tiene también un conjunto de anaqueles dedicados a las cosas de su reino: un pequeño pasillo, alejado del tráfago de las grandes editoriales, en donde se agrupan organizaciones llamadas Editorial Verbo Divino, Editoriales Católicas Unidas o Ediciones de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
En el resto de la FIL, colas imposibles aguardan la llegada de escritores famosos o personajes de la farándula. Aquí, la atmósfera cambia. Los visitantes son monjas de suéter gris y faldas al tobillo, o jóvenes de pelo corto y lentes gruesos con la camisa abotonada hasta el cuello. Hay también una cantidad importante de padres familia y ancianos.
"¿Tendrá el libro sobre la Virgen, Felicidad de México...?", pregunta un estudiante con un papelito arrugado entre las manos. Si en el tumultuoso reino de las transnacionales, los títulos más vendidos son La historiadora, La sombra de Poe y La Catedral del Mar, en este reducido bastión del catolicismo, en el que se venden cruces, rostros de Cristo e imágenes sacras, algunos de los libros más buscados se llaman La alegría del pobre, ¿Por qué me crucificas de nuevo?, Novena para tener paciencia, Ambientar una iglesia o Los cristianos ante el divorcio.
"Sólo vendemos unos cuantos ejemplares cada día, porque aquí sólo se acerca la gente interesada en los valores, la moral, las cosas del espíritu", dice Odón Huerta, encargado del stand de Minos III Milenio.
Junto a él, un hombre hojea un volumen. Se detiene en el epígrafe, que dice: "Nuestro adversario, durante toda la vida, busca y encuentra ocasiones para poder, de un modo u otro, devorar nuestras almas".
Otra página al azar: "Jesús, como cualquier otra persona, no se comunicó sólo con las palabras, sino también con los gestos, y sus gestos fueron a veces más reveladores que sus palabras". Un canto gregoriano serena de pronto el espacio. En las mesas de saldos hay pequeñas ediciones de entre siete y 20 pesos.
Maravillas del Espíritu Santo, Misterios del Apocalipsis, Eucaristía y Vida Cristiana. Aunque Dios compite con teólogos, filósofos, santos, iluminados, charlatanes, beatas y sicólogos, ninguno araña siquiera la esfera de sus ventas: las ediciones bíblicas cuestan entre 80 y mil 600 pesos. Son simples ediciones rústicas o libros empastados en piel, con canto y finos broches dorados.
"La Biblia es el best seller -dice Antonio Flores, de la editorial de la CEM-. En ediciones diversas, salen de este pasillo unos 500 ejemplares diarios."
- ¿Cuánto venden de otros títulos? - Con suerte, dos o tres...
La Biblia Latinoamericana forma una torre modesta. Otra página: "Para esto se manifestó el hijo de Dios: para deshacer las obras del Diablo". Hay ruido en la FIL. Llegan voces, gritos, música. Dejar el pasillo de las editoriales católicas es ingresar en el free way de la velocidad, del éxito y del dinero. Del Diablo.