A 38 días de la elección presidencial, todo indica que la lucha será entre Felipe Calderón Hinojosa y Andrés Manuel López Obrador.
La encuesta publicada ayer por El Siglo de Torreón, muestra que la ventaja que logró el candidato del Partido Acción Nacional sobre el aspirante de la coalición Por el Bien de Todos en los momentos previos y posteriores al primer debate, ha disminuido.
La caída del ex jefe de Gobierno del Distrito Federal en las preferencias electorales, visible desde marzo, parece haber tocado fondo a comienzos de mayo; el repunte hoy es evidente. De igual manera, el ascenso que el ex secretario de Energía había mostrado desde el tercer mes del año, ha llegado a su tope; se observa ahora una ligera caída, aunque aún está cuatro puntos porcentuales arriba de su principal oponente: 39 por ciento contra 35 del tabasqueño.
Pero quien no ha podido despegar es el candidato de la Alianza por México, Roberto Madrazo Pintado, quien en febrero alcanzó su punto más alto en los sondeos de intención del voto, para luego caer siete puntos en un lapso de tres meses hasta el 22 por ciento, en donde se ha mantenido. Aunque no se puede asegurar que ya esté fuera de la contienda, sus posibilidades de triunfo son cada vez menores.
Todavía falta el segundo debate, en el que ahora sí -al menos eso han dicho- participarán todos los aspirantes a la Presidencia de la República. Por la cercanía al día de los comicios y por los temas que se abordarán (seguridad y legalidad), se antoja que este nuevo encuentro podría definir una tendencia más clara de cara a la recta final de las campañas. Claro está que hay que ver si el candidato que resulte ganador del debate logra aprovechar el resultado para llegar con una posición más cómoda a la elección, en cuanto preferencias se refiere.
Nada está escrito aún, pero parece que la batalla final será entre Calderón Hinojosa y López Obrador. De acuerdo a como están las cosas hoy, cualquiera de los dos puede ganar.
