Qué partido señores de cuartos de final, se enfrentan dos estilos diferentes, una Alemania que viene ascendiendo desde su primera presentación, basa todo su juego en lo colectivo por sobre lo individual, y con dos delanteros Miroslav Klose y Lukas Podolski, la escuadra teutona es un talento que juega y lucha; y una Argentina con mucha volatilidad, término frecuente de los analistas financieros en estos tiempos.
Alemania es una acción que crece todos los días un poco y Argentina una acción que un día puede subir un 15 por ciento como contra Serbia y Montenegro, y caer un ocho por ciento como el día que jugó contra México (esta comparación la hago en su juego de conjunto).
El técnico Jürgen Klinsmann dice que Argentina es un equipo fantástico porque sabe interiormente que controlando a dos jugadores tiene el pleito resuelto, Lukas Podolski dice no son más fuertes que nosotros, tiene razón, pero en futbol nunca se sabe.
Argentina tendrá que buscar más su juego colectivo, de conjunto, deberá tener una línea defensiva más reforzada con Gabriel Milito, un mediocampo más ágil, rápido y dinámico que lo demostrado en su último partido contra México.
Hay encuentros en que se pelean y luego se juega, Argentina lo supo hacer a partir del segundo tiempo, y México no aprovechó en la etapa inicial (no siempre se puede jugar a partir del primer minuto de juego).
La Argentina tiene un plus de dos inversionistas que cuando se deciden a entrar al marcado pueden hacer saltar la acción para arriba (Carlos Tévez y Lionel Messi) y un respaldo llamado Roberto Abbondanzieri, que cuando tuvo que controlar alguna caída en momento claves apareció.
El ganador de este juego, duelo, match o como quieran llamarle, tiene muchas opciones de levantar la copa el nueve de julio y llevarse todas las utilidades.
Hasta la próxima.
