El llamado del presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, a los candidatos a la Presidencia de la República exigiendo un mayor respeto, por desgracia pareciera que fue lanzado al vacío, ya que los políticos continúan apostándole a la guerra sucia para ganar las elecciones.
El pasado jueves Felipe Calderón Hinojosa, candidato de Acción Nacional, no tuvo empacho en imitar la forma de hablar del perredista Andrés Manuel López Obrador, comiéndose las ?s?, haciendo con esto mofa del famoso ?Peje? sin pensar que con su acción ofendía a cientos de tabasqueños. Por su parte Roberto Madrazo, no deja de descalificar el proceso y junto al candidato de la Alianza Por el Bien de Todos, afirma enfrentar una elección de Estado donde Vicente Fox hace proselitismo abiertamente a favor del candidato de su partido.
Dichas declaraciones aunadas a los agresivos spots publicitarios, sólo han tenido como resultado la polarización de la contienda electoral. De esta forma más que motivar a la gente a salir a las urnas el próximo dos de julio, es predecible que se registre un alto nivel de abstencionismo. Un amplio sector de la población se encuentra desilusionado del nivel de campañas desarrolladas hasta el momento, donde el insulto y la burla sustituyen el debate de las ideas.
Por este motivo el presidente del Instituto Federal Electoral, Luis Carlos Ugalde, pide a los contendientes que en el mes que falta para el dos de julio, respeten las reglas del juego y ayuden a promover el voto. Ya que para el funcionario electoral es inadmisible que los partidos y los candidatos involucren al IFE en sus estrategias políticas porque, ?al Instituto hay que vigilarlo y cuestionarlo, pero la crítica debe sustentarse con base en datos y hechos?.
El próximo martes seis de junio se llevará a cabo el segundo debate, donde el comportamiento de los candidatos, además de las propuestas, será duramente evaluado por los electores. Por lo que los aspirantes a la Presidencia de la República están obligados a mostrarse como verdaderos estadistas, con propuestas e ideas y dejar las descalificaciones a un lado, porque México no se merece una contienda donde la guerra sucia sea la principal estrategia para ganar elecciones.