LA LENGUA.
El famoso cantautor cubano Amaury Pérez dice que la lengua es muy ingrata cuando se atreve a prometer y a asegurar y le asiste una tonelada de razón.
Normalmente la gente que habla mucho tiene poco que comunicar o lo hace como una estrategia para desviar la atención de lo realmente importante.
La eliminación de las Chivas Rayadas a manos del poderoso Sao Paulo por supuesto dolió, sobre todo porque fue un encuentro que se pudo haber ganado si los principales actores dentro del terreno de juego se hubieran aplicado y mostrado los tamaños que hay que tener para despachar adecuadamente un compromiso de este tamaño.
Sin embargo, el tema que nos ocupa en este espacio es el propietario del Guadalajara, Jorge Vergara, y su proclividad a verter conceptos y hacer promesas al aire con poco o nada de sustento y normalmente quedar mal.
La llegada de Vergara a Chivas fue un golpe maestro de astucia, estrategia de ventas, audacia y mucha saliva pues atacó a los accionistas mayoritarios donde más les dolía, que era el bolsillo.
Así, se hizo no sólo de la propiedad del equipo con todo y cartas de los jugadores sino de las instalaciones y un activo difícil de cuantificar e invaluable a la hora de negociar y dotar al dueño de una imagen impresionante: el nombre de Guadalajara como estandarte y emblema del futbol mexicano.
Nadie le quita a Jorge sus virtudes empresariales y la manera incluso brillante como se hizo del equipo más popular de México pero la cantidad de promesas hechas lo han puesto al nivel de candidato en campaña.
Hacer de Chivas el mejor equipo del mundo, un campeonato antes de cinco años, traer al mejor técnico del orbe y luego afirmar que el vasco Azkargorta era el mejor del universo, la construcción de un nuevo estadio, ganar la Copa Libertadores y el próximo domingo darle un baile al Toluca con el equipo filial son sólo algunas perlas vertidas por el lenguaraz magnate.
Como buen comerciante, a Vergara le salió de maravilla el obligado debut masivo de jóvenes, y como club posee una millonaria suma en cartas de jugadores que son un cheque al portador.
Además de la venta de Carlos Salcido al PSV, las Chivas han negociado a un buen número de elementos surgidos de su cantera a clubes nacionales, y lo seguirán haciendo pues talento hay y de sobra.
Me gusta el estilo directo de Vergara cuando de decir las netas se trata pero se le aplica, en cuanto al prometer de más, aquel viejo dicho que de lengua me como un plato.
Ahora que, también es cierto que el dueño no se puede bajar al terreno de juego, y a los jugadores del Guadalajara les faltó carácter para ganar el partido.
Un ?Maza? Rodríguez que no tiene el menor oficio defensivo, un Héctor Reynoso que confunde actitud con vandalismo, un Morales que falla un penal y sigue siendo ?Ramoncito?, un ?Bofo? Bautista que jugó muerto de miedo ante el uruguayo Lugano y los desaparecidos de siempre cuando el partido se pone bravo, Juan Pablo Rodríguez y Omar Bravo, hacen casi imposible dar el gran paso para trascender en serio en la justa continental. Ahí pa? la otra.
