Luego de llevar a cabo diversos estudios que incluyeron experimentos con el sueño MOR (Movimientos Oculares Rápidos), investigadores del Instituto de Fisiología Celular encontraron que la nicotina, responsable de la adicción al tabaco, puede ser una alternativa en los tratamientos contra la depresión, una enfermedad siquiátrica ("tormenta de tinieblas" la llama el escritor estadounidense William Styron) que afecta a millones de personas en el mundo.
Al trabajar con pacientes depresivos y con fumadores que buscaban ayuda contra su adicción, los especialistas universitarios confirmaron lo que durante años se había sospechado: que la nicotina puede actuar como un eficaz antidepresivo y que muchos fumadores son depresivos encubiertos.
A dosis relativamente bajas y administradas mediante un sistema de liberación lenta (parches), la nicotina resultaría benéfica en pacientes depresivos.
"Esto no significa que la nicotina le sirva a todas las personas, ni que todos los pacientes sean sujetos de este beneficio, ni que todos los fumadores sean depresivos", aclara René Drucker Colín, quien encabezó la investigación.
Los primeros experimentos
Como el sueño se altera con la depresión, los científicos estaban interesados en ver cómo influye la nicotina en el sueño de los animales y crear un modelo para estudiar las diferencias con respecto al de los seres humanos.
Sin embargo, observaron que, al colocar los parches de nicotina en gatos, desaparecían de éstos las ondas Ponto Genículo Occipitales (PGO), las cuales se registran en la parte lateral del tallo cerebral durante el sueño MOR, y que, al retirarlos, inmediatamente aparecían.
Como no pudieron comprender la razón de esto, efectuaron algunos experimentos en ratas, dado que en el Núcleo Dorsal del Raphé (NDR), una estructura ubicada en la parte central del tallo cerebral, se produce la mayor cantidad de serotonina. En ellos participó el doctor Stefan Mihailescu.
"En el NDR -dice Drucker Colín- hay también receptores nicotínicos que reconocen la nicotina y la capturan, estimulándolo para que induzca la liberación de serotonina. Como se sabía que la actividad del NDR inhibía las PGO, entendimos la razón de que, al aplicar nicotina, aquéllas desaparecieran."
Parches transdérmicos
El equipo llegó así a la conclusión de que el sistema serotoninérgico está involucrado en algunas de las características finas del sueño.
Debido a que determinados aspectos del sueño MOR se alteran en los pacientes con depresión, decidieron estudiar los efectos de la nicotina en ellos.
El primer estudio se hizo con seis pacientes con depresión mayor no fumadores, con una calificación alta en la escala de Hamilton (la prueba más aceptada por los siquiatras) y seis voluntarios normales no fumadores. Durante cuatro noches les aplicaron parches transdérmicos de 17.5 miligramos de nicotina, y una noche les retiraron el parche.
"El sueño MOR (es decir, la fase onírica del sueño, cuando la gente sueña) se incrementó en los dos grupos, incluso durante la noche en que se les retiró el parche, y al mismo tiempo la escala de Hamilton mostró una reducción de 44% en los pacientes depresivos, lo que sugiere que la nicotina tuvo un efecto antidepresivo", explica el especialista.
Este estudio fue de corta duración (sólo cuatro días). Por eso, los investigadores hicieron otro con 14 pacientes depresivos no fumadores, que duró dos años. En éste participó el doctor Reyes Haro Valencia.
"En los primeros seis meses les aplicamos el parche cinco días a la semana; en el séptimo mes, tres veces a la semana; y en el octavo y noveno sólo una vez a la semana. A partir del décimo mes sustituimos la nicotina por un placebo (periodo de abstinencia)."
Durante todo el estudio se monitoreó el estado de ánimo y el sueño de los pacientes.
"La nicotina les redujo significativamente la depresión; incluso, cuando se les retiró, ésta no apareció. Un dato importante fue que la latencia al sueño MOR, la cual se encuentra acortada en pacientes depresivos en alrededor de 30 minutos, casi se normalizó, pues alcanzó una duración de unos 90 minutos", recuerda Drucker Colín.
Se demostró así que la nicotina tiene efectos antidepresivos importantes.
Depresivos encubiertos
Como consecuencia de este estudio se hizo otro que duró un año. Ana Moreno, estudiante de doctorado, se encargó de conseguir a 85 fumadores adictos a la nicotina que habían acudido a la Clínica del Tabaquismo, del Instituto Nacional de Enfermedades Respíratorias, porque deseaban dejar de fumar.
"Queríamos ver si estos pacientes eran depresivos encubiertos", apunta Drucker Colín.
Quince de ellos parecían tener una depresión encubierta, y se sometieron al proceso de dejar de fumar. Posteriormente se les midió el grado de depresión mediante la escala de Hamilton y se estudió su sueño en general.
"Antes del tratamiento tenían una latencia al sueño MOR similar a la normal. Al superar su adicción a la nicotina, presentaron un acortamiento de esa latencia, como los depresivos. Y al aplicarles la escala de Hamilton, su calificación aumentó. Esto demostró que al fumar se automedicaban inconscientemente contra la depresión. Eran depresivos encubiertos por la nicotina."
Drucker Colín reconoce que hacen falta más estudios antes de utilizar los parches de nicotina como un tratamiento terapéutico contra la depresión.
"Pero ahí están los resultados de nuestra investigación, que, creo, son interesantes."