HISTORIAS | DOÑA RAQUEL ES MADRE DE 7 HIJOS, ABUELA DE 22 NIETOS Y BISABUELA DE 12 BISNIETOS.
El Siglo de Torreón
A sus 75 años de edad, la señora Castañeda acude al DIF-Compresora a realizar diferentes actividades.
TORREÓN, COAH.- El trabajo de la casa y los desvelos por cuidar a sus hijos, terminaron hace mucho tiempo para doña Raquel Castañeda. Ahora, a sus 75 años de edad, pasa los días tranquila y sin más preocupación que organizar los preparativos para el Baile de la Cana al Aire.
Doña Raquel es madre de siete hijos, abuela de 22 nietos y bisabuela de 12 pequeños. ?Uno cosecha lo que siembra, la verdad es que no tengo de qué quejarme porque los años de necesidades y sufrimientos quedaron atrás?.
Desde hace 16 años, doña Raquel, al igual que su esposo Antonio González, acuden al DIF-Compresora, en donde realizan diferentes actividades. Antes, dice, vivían sumidos en la tristeza por la muerte de José Ignacio, uno de sus hijos.
?Dios da fuerza para todo; los problemas se olvidan en este centro, es un espacio que se debe cuidar mucho porque las personas venimos a sentirnos productivas. Antes mi vida era puro trabajo porque tuve siete hijos, a todos les dimos estudios, fue muy pesado porque Antonio ganaba muy poco como soldador, pero al final lo logramos?.
Cuando doña Raquel y Antonio tenían fuerzas para todo, nunca dudaron en que lo más importante era darle estudios a sus hijos y lo lograron: Ana María es enfermera, también Mayela y Antonio son enfermeros, José Ignacio (f) era ingeniero, María del Rosario es maestra, Felipe de Jesús es reportero y trabaja en un periódico nacional, mientras que Raquel, la única que no quiso una carrera, vive en los Estados Unidos.
?Me da tristeza que haya viejitos que no los quieren en su casa, que estén relegados. Por fortuna mis hijos son muy buenos, todos nos dan un poco de dinero y siempre están pendientes de nosotros, por eso me preocupa que haya tanto viejito que no tenga quién vea por ellos, porque cuando fueron jóvenes tuvieron hasta ocho hijos, trabajaron para ellos y que ninguno sea capaza de ayudarlos es muy triste?.
Raquel va al DIF-Compresora sólo a pasar el tiempo, por ahora se mantiene ocupada en los preparati-vos del Baile de la Cana al Aire, ?pero antes siempre estábamos preocupados por pagar la casa y conseguir dinero para la escuela?.
Recuerda que había ocasiones en que la comida no alcanzaba para todos, ?siempre me quedaba con las ganas de comerme un huevo entero, no podía porque éramos muchos, y ahora que puedo y tengo con qué, no lo puedo comer porque me hace daño; pasamos muchas necesidades pero ahora ya nos mantienen nuestros hijos?.