Advierten que el programa Oportunidades no es la mejor forma de reducir la pobreza, por su sentido asistencialista.
EL UNIVERSAL
MÉXICO, DF.- Desde hace 18 años las condiciones de pobreza y vulnerabilidad de una gran parte de la población permanecen intactas, afirmó la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México; la situación es grave y delicada, advirtió.
En entrevista, el representante en el país de ese organismo internacional, Amerigo Incalcaterra, dijo que la lucha contra ese lastre no es un acto de caridad de los gobiernos, sino una obligación.
Llamó a redoblar los esfuerzos si el país quiere insertarse entre las sociedades más grandes del mundo.
Desde su perspectiva, el programa Oportunidades no es la mejor forma de reducir la pobreza, por su sentido asistencialista.
?Hay que superar las visiones asistencialistas y dar el enfoque de los derechos humanos a las políticas públicas. El Estado no debe otorgar a discreción los servicios o los recursos porque se le ocurre?, expresó.
Planteó crear condiciones para que el ciudadano pueda tener acceso a la salud, educación, vivienda y trabajo, pero no cualquier trabajo, cualquier vivienda o cualquier servicio de salud, aclaró.
Incalcaterra urgió a poner en el centro de las políticas públicas al individuo y acabar con el asistencialismo y el paternalismo.
Al evaluar las acciones contra la pobreza del sexenio anterior, Incalcaterra reconoció avances, ?pero no se hizo mucho?. Aseguró que se pudo haber hecho mucho más por el crecimiento que registró la economía en ese periodo. ?Cuando uno ve la realidad y recorre el país, la pregunta obvia es ¿dónde están esos recursos??, se preguntó.
Describió a México como un país con ingresos medio altos, pero con la mitad de sus habitantes en la pobreza. Destacó que diez por ciento de la población concentra 36 por ciento de la riqueza. ?Eso es desigualdad y es una tarea pendiente?, estableció.
El funcionario dijo que es un acierto el hecho de que el presidente Felipe Calderón considere el combate a la pobreza como una prioridad en su gestión.
Dijo que la pobreza viola las garantías individuales porque limita a las personas en su intento por alcanzar a plenitud sus derechos.