EL UNIVERSAL-AEE
SAINT ETIENNE, Francia
Tenía unos cuantos minutos de que el Sol se había ocultado por completo, cuand las luces del autobús de la Selección Nacional iluminaron el camino.
Seguido por un par de camionetas y una gran expectación empacada desde México, el Tricolor arribó sin mayores contratiempos a territorio francés.
El viaje de México a Francia fue apenas el inicio de la última etapa en el proceso mundialista del Tricolor rumbo a la Copa del Mundo, "ya queríamos llegar a Europa", dijeron los jugadores, quienes después de 15 horas de camino todavía tienen que lidiar con el cambio de horario antes del primer entrenamiento en Saint
Etienne.
Además, se les quedaron algunas maletas en Madrid, en las que principalmente viene ropa de entrenamiento.
El primero en descender del autobús que transportó al Tri desde Lyon hasta la concentración en Saint Etienne fue Guillermo Franco, quien no vestía el traje de viaje como el resto de sus compañeros debido a que se unió al grupo en Madrid -primer escala del Tri en el Viejo Continente-. "Se hizo un poco larga la espera y la ansiedad de estar con el equipo, pero estoy contento de estar con los muchachos", comentó el delantero mientras el resto de los seleccionados buscaban sus maletas para instalarse en sus habitaciones.
El último en bajar de la unidad fue Ricardo La Volpe, quien primero observó el movimiento en el lugar, fue a su habitación y después, sin siquiera dar las buenas noches, ingresó al aula del comedor.
Así, los tricolores desfilaron con dirección a la recepción del Centro de Formación del AS Saint Etienne, equipo de la primera división francesa. Ahí se concentrarán durante los próximos cinco días antes del partido amistoso contra Francia que disputarán el 27 de mayo en París.
"Estamos contentos de estar en Europa después de tanta expectación que ha causado el equipo", manifestó, quien apenas echó un vistazo al lugar.
Oswaldo Sánchez arrastraba un par de maletas y antes de guardarlas reveló el principal contenido del equipaje tricolor:
"Vienen cargadas de muchas ilusiones, venimos muy contentos después de lo que pasó en la Basílica con mucha gente volcada hacia nosotros y con mucho ánimo para prepararnos de la mejor manera".
Carlos Salcido resaltó que tanto para México como para Francia, el partido del próximo sábado arrojará muchas cosas positivas: "No deja de ser un partido de preparación, pero sabemos que será muy difícil, por lo que debemos hacerlo bien", agregó.